"Que se cambien por mí solo un día"
Pedrosa, indignado contra quienes consideran que le favorece su escasa envergadura
Dani Pedrosa, que puso su Honda a 281 kilómetros por hora, y Toni Elías fueron los pilotos con mayor velocidad punta en la sesión clasificatoria para el Gran Premio de España. Pero Pedrosa la concluyó con el segundo mejor tiempo, a escasas décimas de segundo de Casey Stoner, que se apuntó la pole, y Elías, tan rápido como el australiano (a 280 kilómetros), será hoy, sin embargo, el último de la parrilla al firmar el peor registro por vuelta.
Estos dos pilotos españoles son los más menudos de MotoGP: Pedrosa, con 160 centímetros de estatura y 52 kilos de peso; Elías, con 163 y 57. Y ayer estuvieron en el punto de mira. El debate sobre si la categoría reina del motociclismo debería fijar un límite de peso al paquete formado por el piloto y su moto volvió a la palestra. Un grupo de pilotos inició el ruido y a media tarde no se hablaba de otra cosa.
"No sé de dónde ha salido. A mí me lo comentó Simoncelli, pero no sé quién pretende que sea así; si Hayden, si Capirossi...", deslizaba Valentino Rossi preguntado al respecto. Los dedos acusadores le apuntan, no obstante, a él, uno de los pilotos más altos (1,82), junto a su amigo Marco Simoncelli. Y explica su entorno que la queja se explica observando los datos de la carrera de Catar, la primera del Mundial de este año. Simoncelli, que lleva la misma Honda oficial que Stoner o Pedrosa, los más veloces en estos momentos, perdía 0,4s solo en el tramo comprendido entre la última curva y la línea de meta, cuando uno abre el gas a tope. Una barbaridad. ¿Por qué?
La moto de Simoncelli, que mide 183 centímetros y pesa 72 kilos, consume más combustible que la de sus colegas porque, al cargarla con más peso, necesita más líquido. En consecuencia, se le limita la potencia, pues, de no ser así, no tendría suficiente combustible para terminar la carrera.
La queja de Simoncelli parece lógica. Si se fijase un peso mínimo, este problema no marcaría tanto la diferencia. Pero no está de más observar que en MotoGP el más mínimo detalle cuenta y Rossi, por ejemplo, de estatura muy similar a la de su compatriota, pesa cinco kilos menos: 67.
Por otro lado, la envergadura de los pilotos más grandes es una enorme ventaja en otros casos.
Indignado al conocer el asunto, Pedrosa lo explicaba con una mezcla de indignación y enfado: "Cuando pesas menos, no siempre tienes la misma tracción que los demás. Por eso tengo que levantar la moto tan rápido, ya que, si estoy inclinado, no tengo tanto agarre. También en los cambios de dirección me afecta. Mis músculos son mucho más pequeños que los de ellos. Ser tan pequeño en una moto tan grande no me beneficia. Es posible que en la recta acelere un poco mejor, pero en las frenadas me cuesta más controlar la moto porque no abulto tanto. Tengo los brazos más cortos, las piernas más cortas, y no puedo repartir el peso igual que lo hacen ellos. Así que creo que tengo muchas más desventajas que ventajas. Debo hacer la misma fuerza que el resto, pero con mucho menos cuerpo".
Su compañero Stoner, quien quizá representa el equilibrio perfecto -171 centímetros y 60 kilos, una envergadura similar a la de Jorge Lorenzo (172 y 64)-, le dio la razón. "Seguramente el piloto más menudo tiene más desventajas que ventajas", afirmó.
"Me gustaría que se cambiaran por mí solo por un día y verían lo difícil que es. He deseado muchas veces ser únicamente 10 centímetros más alto para tener mejor posición encima de la moto. Ganaría mucho en aceleración. Parece que no les guste que esté delante", resumió Pedrosa, a quien precisamente siempre le dijeron que, aunque arrasó en 125cc, nunca sería capaz de ganar en MotoGP. Se equivocaron.
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