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Tentaciones
Reportaje:INTERNET

Etiqueta este 'flyer', salva el planeta

Hace una década, el mundo moderno parecía destinado a morir sepultado de flyers. Hoy el papel es casi invisible. Las fiestas se postean en Facebook, se anuncian por videoflyers y convierten la inmediatez digital en su mejor arma promocional. Todo en la noche ha cambiado para seguir igual. Acudimos a promotores, diseñadores gráficos y agitadores nocturnos para comprender cómo el flyer 2.0 ha revolucionado nuestra manera de salir de fiesta.

De 'Tienes un e-mail' a 'La red social'

"Los primeros flyers virtuales llegaron a mediados de los noventa con el correo electrónico, pero no eran más que la versión cibernética del que se imprimía para promocionar un club", explica Sonia Leyva, promotora de Flash (club de los miércoles en la sala Charada, Madrid), una de las fiestas que más volantes propagandísticos en su versión online lanzan al mes. "El primero creado especialmente para Internet llegó con MySpace". De atiborrar tiendas de ropa, hacer de mural en las paredes de los dormitorios de los jóvenes más fiesteros y decorar carpetas de instituto en la era del electroclash, muchas de estas octavillas han pasado a vivir exclusivamente en la pantalla de nuestro portátil. Están todas en la Red, saltando de muro a muro en Facebook. Muchos clubes de éxito actuales no conocen la imprenta.

"Once mil visitas en seis días. Ni el mejor batallón de 'flyeros' conseguiría algo así"

Gracias a la masificación de Facebook, asistimos cinco años después a un nuevo movimiento promocional y estético, absolutamente generacional, que contribuirá a definir en el futuro la escena underground del momento. Así lo cree Mauro Brussolo, promotor y responsable de la imagen del club Carne (los sábados, también en Charada, Madrid): "Los nuevos flyers online explican la identidad de los nuevos empresarios de la noche: la estética que nos influencia, los iconos cinematográficos de los ochenta y los noventa, las revistas con las que nos hemos criado -como Vogue, The Face o i-D-, el underground que se cruza con el mainstream y viceversa... Pero la novedad es que, gracias a la inmediatez de difusión, con los nuevos flyers podemos tratar temas de actualidad sin miedo a que estos caduquen".

Videoarte casero a mil clics por hora

Entre estos temas actuales hay fenómenos virales trashies o personajes de realities televisivos como los que usan los responsables de Es una Fieshta (en la sala Razzmatazz, Barcelona, y ahora también en Charada, Madrid), punto de encuentro de las nuevas generaciones de hipsters gais y sus simpatizantes. La batamanta, Inma Gran Hermano, Carmen de Mairena... "Siempre buscamos elementos de la cultura española popular, tanto para nuestras fiestas como para nuestros flyers y videoflyers. De estos últimos podemos llegar a tener 11.000 visitas en seis días. Ni el mejor batallón de flyeros podría conseguir algo así", asegura Andrés Borque, uno de sus dos organizadores.

"Esto es la vida, que es teatro", asegura Manuela Trasobares que le dijo Salvador Dalí cuando era una niña. Nuestras ideas, formas de vida y referencias tienen mucho que ver con esa máxima", comenta César Darío, estilista y coorganizador de Fiestinchi, fiesta mensual madrileña cuyos flyers, que pasan de los superhéroes Marvel a Gustav Klimt sin pestañear, están alcanzando una enorme popularidad en las redes sociales.

Todos somos iconos

Pero no todos basan el mensaje en la identificación con los iconos de la cultura pop de la adolescencia; algunos retratan el estilo de vida del momento a través de imágenes cotidianas familiares para la sensibilidad contemporánea: qué llevamos en el bolso, cómo es la cama en la que dormimos o incluso de qué modo aparcamos la bici en la calle. "Cuando vendes un producto, debes vender algo que sea tuyo. Estoy más interesado en transmitir un estilo de vida real y palpable que en buscar fotos de Michael J. Fox. Con nuestros flyers no buscamos referentes; tratamos de convertirlos en referentes en sí mismos", asegura Gustavo Cano, de los clubes madrileños Zombie y Pantera.

Imágenes que hablan mucho de una generación crecida al amparo de Internet y, por tanto, muy afín a la cultura de lo gratis (descargas gratuitas, lista de puerta, flyers que no pasan por imprenta...), a la cultura basura, la ironía y la añoranza de un movimiento artístico común al que agarrarse, de intención similar -por qué no- al de la factoría Warhol: convirtiendo el estilo de vida de sus creadores en parte intrínseca de sus manifestaciones artísticas.

Profesionales de lo 'amateur'

Llama la atención el eclecticismo de sus propuestas. "Aunque tengamos más o menos la misma edad y hábitos similares -como salir, callejear o ir de after-, también tenemos gustos muy diferentes. Hay flyers que se basan en la fotografía, y otros, en la ilustración, por ejemplo. No hay una tónica habitual", reflexiona Cano.

Y de haberla, sería el hazlo tú mismo, por mucho que sus mayores artífices sean diseñadores gráficos profesionales. Los elaborados flyers del cambio de milenio han dado paso a una estética más amateur. "En concreto, uso el Photoshop, y si no tuviera, lo apañaba con el Paint", explica Borque, en referencia a programas relativamente fáciles de encontrar en cualquier PC. "Si hiciésemos un flyer mensual, como se hacían antes, posiblemente nos encargaríamos de que estuviesen más trabajados, pero los hacemos de un día para otro, cada semana, así que tienen que ser rápidos y potentes", coincide Brussolo.

La lista virtual, el nuevo 'spam'

Otro punto en común es la ausencia de información en la imagen. "Ni la dirección, ni el horario, ni los djs. Esos datos suelen aparecer en el evento de Facebook o en el post que acompaña a la imagen", asegura Jota Team, diseñador profesional a cargo de los flyers para la fiesta Excuse Me? (fiesta clave en la escena trendy valenciana) o de la madrileña sala Nasti.

La mayoría de relaciones públicas ya no reparten en las esquinas, basta con poner en tu estado de Facebook: "Para lista de puerta, SMS a...", o que etiqueten a sus contactos. Son, en muchos casos, la última expresión del spam. "Por ello, las imágenes deben ser cada vez más atractivas, para que la gente no quiera borrarlas de su muro", confirma Leyva. "Sin embargo, antes un punki podía coger el flyer de tu fiesta y hacerse un turulo; ahora el flyer solo llega a quien debe llegar", apostilla Jota. "Y el hecho de que lo reciban semanalmente en su muro crea fidelización, algo que antes no ocurría", añade Cano.

Si la censura te persigue, entrégate a ella

¿Cómo combaten la rápida y efectiva censura de Facebook? "Algunos contenidos no tienen cabida en redes sociales, así que hay que practicar cierta autocensura", admite Brussolo, al que la red social ya ha eliminado alguno de sus diseños. Entre ellos, una imagen en la que se veía el pene del mítico actor porno Jeff Stryker o, más recientemente, una foto en la que se veían los pechos de una habitual en la fiesta. Borque, por su parte, recuerda cómo la Generalitat de Catalunya les dio un toque de atención: "En un flyer incitamos ligeramente y de manera simpática a los jóvenes a beber, y enseguida la Consejería de Salud se puso en contacto con la sala Razzmatazz para avisar de la irresponsabilidad cometida". Inspirado en las despedidas de soltera, la imagen venía acompañada de un texto que decía: "Habéis pensado en emborracharla hasta el coma...".

¿Estamos ante una moda puntual? ¿Volverá el papel impreso? "Todo es cíclico, todo vuelve, y es posible que los flyers en papel vuelvan a ponerse de moda en determinados círculos", opina Cano, "pero los virtuales han venido para quedarse. Se acabó el despilfarro de tinta y papel. Estos son baratos y, además, ecológicos". La respuesta, a la vuelta del perfil.

<b>Los <i>flyers </i>virtuales arrasan en la red. Éste es de La Fiestinchi, una fiesta mensual que se celebra en Madrid</b>
Los flyers virtuales arrasan en la red. Éste es de La Fiestinchi, una fiesta mensual que se celebra en Madrid
<b>La fiesta del club Carne, se celebra los sábados en Madrid</b>
La fiesta del club Carne, se celebra los sábados en Madrid
<b><i>Flyer </i>de la fiesta RAD (Madrid) </b>
Flyer de la fiesta RAD (Madrid)

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