Hallados en un pazo de Lugo tres instrumentos de gran valor histórico

Estupefactos se quedaron dos representantes de la empresa Sirgo Torcendo, Andrés Díaz y Belén Bermejo, cuando se acercaron al pazo de Tor, un museo etnográfico integrado en la red museística de la Diputación Provincial de Lugo, convencidos de su idoneidad para albergar alguno de los conciertos del programa Espacios Sonoros 2011. Allí se encontraron con tres instrumentos de tecla antiguos, que convierten la Sala de Música de este inmueble, ejemplo de la arquitectura palaciega del último tercio del siglo XVIII, como un referente europeo de la etnografía musical.

De los tres instrumentos, dos llamaron poderosamente la atención de los autores del hallazgo. Díaz y Bermejo elaboraron un informe preliminar en el que concluyen que "si uno de los dos instrumentos en un pazo gallego como el de Tor ya sería una pieza excepcional, el conjunto de los dos convierte la Sala de Música del museo en un lugar extraordinario del panorama organológico gallego y, sin duda, muy destacado en el mundo hispano y europeo".

El pianoforte fue construido por una prestigiosa fábrica inglesa

Los ejemplares estaban olvidados en un edificio de la Diputación

María Paz Taboada de Zúñiga, última hidalga de Lemos y también última propietaria de uno de los pazos más destacados de Galicia, no fue nunca consciente probablemente de las joyas de las que disponía en esta sala tantas veces visitada por el recordado poeta Uxío Novoneyra, con quien la noble mantenía, aun desde la presumible discrepancia, animadas tertulias.

Al no tener descendencia, Taboada de Zúñiga legó todos sus bienes a la Diputación de Lugo, si bien dejó especificado que tendría que utilizarse con fines culturales y que nunca se podría cobrar entrada a los habitantes de la comarca de Lemos.

Convertido en museo desde el 13 de julio de 2006, todas sus dependencias rebosan historia viva, ya que nada se oculta detrás de vitrinas y todo es accesible. Tampoco falta cada día una flor fresca en la cama donde descansó la benefactora y sucesora del señorío de Tor, que llegó a tener derecho a horca. Así, el pazo de Tor pasó de ser un centro de poder civil y militar a convertirse en un amplio espacio abierto a todo el mundo. Y en su interior, las joyas de la etnografía musical: los instrumentos de tecla.

Quienes han estudiado las piezas halladas en Tor desconocen su origen y de momento no se ha averiguado si fueron compradas originariamente por la familia propietaria del pazo o si alguno de ellos llegó previo paso por alguna institución de Monforte o de más allá de la comarca. El primero de los instrumentos es un claviórgano. Situado a la izquierda, según se entra en la sala, se trata de una combinación entre un instrumento de tecla y un órgano, cuyas primeras referencias en la Península Ibérica se remontan a la época de los Reyes Católicos. Desde finales del siglo XV, según los estudiosos, el instrumento aparece en diversas referencias e inventarios.

En el informe elaborado por la empresa se refleja que en España diversos anuncios de la Gaceta de Madrid y otros periódicos de la capital publicitan los claviórganos, habitualmente de origen inglés, a partir de los años setenta del siglo XVIII. El de Tor está compuesto por un piano fuerte rectangular y un órgano con un único teclado. En el frontal aparece una placa que identifica a sus constructores, la casa londinenses Longman & Broderip. En España, según la investigadora Keryl Kenyon de Pascual, citada en este informe preliminar, tan solo hay seis instrumentos de este tipo y solo uno de la marca que aparece en la sala de Tor. Otro estudio asevera que de esta casa únicamente quedan tres claviórganos en todo el mundo y se desconoce si entre ellos se incluye el del pazo monfortino.

Con toda esta información, los técnicos de Sirgo Torcendo concluyen que todo parece indicar que se trata de un instrumento de "extraordinaria rareza" desde el punto de vista organológico, por lo que proponen una investigación más profunda y sugieren la necesidad de una operación de restauración "respetuosa con su espíritu original", que ha de realizarse en un taller profesional y especializado en la recuperación de este tipo concreto de instrumentos.

La otra pieza, un pianoforte de la casa Collard&Collard, también de Londres, es de fabricación más reciente. La factoría comenzó su actividad en el año 1832. Hacia los años cincuenta del siglo XIX llegó a construir unos 1.500 pianos al año. Los estudiosos aseveran que, a falta de un examen más profundo, se está ante "un instrumento valioso". Como en el caso anterior, los técnicos también abogan por un estudio preliminar que pueda determinar con mayor precisión su estado de conservación y tampoco se descarta una restauración que lo devuelva a su estado original. En la actualidad, instrumentos como este, una vez restaurados, todavía se usan en conciertos en Europa.

Ambos expertos, uno de los cuales está realizando una catalogación de órganos en Galicia, tienen claro que si se procede a la restauración de ambos instrumentos hallados en el Pazo de Tor, la red museística de la Diputación de Lugo y Galicia dispondría "de un valor añadido extraordinario".