El diablo Huma toma el Calderón

Los miles de ecuatorianos y colombianos que viven en Madrid vivieron ayer la fiesta del fútbol como pocas veces tienen la oportunidad de hacerlo: viendo a sus selecciones nacionales. Los dos equipos disputaron un partido amistoso en el Vicente Calderón, al que acudieron más de 25.000 de sus compatriotas. Convirtieron los 90 minutos de partido en una celebración permanente y disfrutaron de un encuentro intenso -ganó Colombia 2-0-, que sirvió a las dos selecciones para prepararse de cara a la Copa América que se disputará en julio. Enturbió la fiesta el apuñalamiento de tres menores en un intento de robo tras el choque.

Las dos aficiones comparten colores, por lo que eran los escudos de las camisetas y banderas los que delataban una mayor asistencia de la colonia ecuatoriana. El ambiente previo no era comparable al de cualquier partido del Atlético de Madrid, pero una vez que sonó el pitido inicial las gradas rugieron como si los dos equipos jugaran en casa. En los aledaños del estadio algunos grupos habían caldeado el ambiente al ritmo de sus bombos.

"Estos partidos son lo mejor para integrar a la gente", dijo un colombiano

Uno de ellos era el ecuatoriano Carlos Ramírez, de 37 años, que lucía una llamativa "careta de diablo Huma". "Es una tradición de allí, el que la lleva es el que dirige a su pueblo. Se fabrican en Otavalo y se curan espantando a los malos espíritus", explicaba. No le sirvió, eso sí, para evitar la derrota de Ecuador.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2010 había empadronados en Madrid 125.000 ecuatorianos y 69.000 colombianos. "Está muy bien que vengan, uno no puede estar allá con los suyos y es una alegría poder verles aquí, nos ayuda a unirnos", aseguraba sonriente antes del partido Antonio Balboa, un ecuatoriano que lleva 11 años viviendo en España y al que acompañaba su hijo José.

El partido invitaba a acudir con la familia, muchos de los asistentes coincidían en que es una forma de enseñarle el amor por los colores nacionales a chavales que nacieron en España o vinieron muy jóvenes. Así le ocurría a Luis Alberto Salcedo, un colombiano de 51 años que tuvo a su hijo Jimmy en Madrid hace tres. "Estos partidos son lo mejor que pueden hacer para integrar a la gente. El clima está frío, pero el ambiente es muy bueno", aseguraba. A otros, sin embargo, les sirve para no borrar del recuerdo una tierra que acaban de abandonar. Es el caso de Jorge Benavides, colombiano que llegó hace solo 20 días a Madrid, donde le esperaba su mujer: "Uno está muy lejos de su país, pero así se siente como si estuviera en su patria".

Por otra parte, tres menores de edad, dos colombianos y un español de origen chileno, resultaron heridos, uno de ellos muy grave, junto a la puerta 21 del estadio Vicente Calderón y en el paseo de los Melancólicos, al final del encuentro, informa Tono Calleja. Al cierre de esta edición se desconoce si se trata de un mismo agresor o de varios, pues las heridas que sufrieron los jóvenes se produjeron a la vez, según Emergencias Madrid. Uno de los agredidos sufrió una puñalada a la altura de las axilas, por lo que fue trasladado al Hospital 12 de Octubre. Los otros dos sufrieron heridas en los brazos. Las primeras pesquisas de la policía apuntan a un intento de robo, por lo que no estaría relacionado con disputas entre los seguidores de Colombia y Ecuador.