Barberá desoye a la Defensora del Pueblo en El Cabanyal
"Yo tengo una orden de no hacer nada, nada administrativo, y así lo ha dicho también un juez", insistió ayer la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, haciendo oídos sordos a la Defensora del Pueblo, que insta al Consistorio a tramitar las licencias en El Cabanyal.
La suspensión del plan urbanístico ordenada por el Ministerio de Cultura, no afecta, según la Defensora, a la concesión de licencias. Barberá las tiene paralizadas desde hace meses a pesar de las protestas de vecinos y comerciantes.
Barberá eludió toda responsabilidad y culpó a los socialistas. "Lo que no puede la izquierda radical es paralizar y luego decir que no está paralizado. Hay que asumir las responsabilidades", dijo.
Desde las filas de la oposición, los socialistas Carmen Alborch y Joan Calabuig, y Joan Ribó, de Compromís, pidieron a la alcaldesa que reanude la concesión de licencias. "El único motivo que ha guiado al Gobierno municipal a no otorgarlas es su empecinamiento en prolongar el sufrimiento de los vecinos del barrio", dijo Alborch.
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