Goldman Sachs se despide de Warren Buffett
Berkshire Hathaway ingresará más de 6.000 millones por la operación
La crisis se ve ya a lo lejos en Wall Street, con el retorno de los dividendos en la gran banca. Pero aún quedan algunos flecos sueltos para certificar el adiós definitivo. Goldman Sachs acaba de rematar el suyo con una llamada al multimillonario inversor Warren Buffett, que en plena hecatombe financiera movilizó su ingente fortuna para salir en ayuda del guardián del negocio de la banca de inversión. El banco estadounidense le ha comunicado a Buffett que le devuelve los 5.000 millones de dólares (algo más de 3.500 millones de euros) que tomó prestados en su día.
Lo que se anunció el viernes en la recta final de la jornada en la plaza neoyorquina no es, sin embargo, una buena noticia para los accionistas de Berkshire Hathaway, que estaban viendo como su inversión en Goldman les aportaba 15 dólares al segundo (1,4 millones al día) en dividendos. Desde septiembre de 2008, la entidad pagó al vehículo inversor de Buffett 1.250 millones en intereses.
El próximo 18 de abril, ese bombeo de dinero cesará. Goldman Sachs no solo devolverá los 5.000 millones que tomó prestados en septiembre de 2009 de Warren Buffett. Para dar por finalizada esa relación -que dura ya dos años y medio- y quitarse de encima a los accionistas de Berkshire, la entidad pagará un dividendo único de 500 millones de dólares y otros 149 millones en dividendos devengados.
A esas cifras hay que añadir los 1.900 millones que el brazo inversor de Buffett ganará sobre papel con la apreciación de sus títulos en Goldman Sachs. Eso eleva el total de la operación a 8.800 millones (más de 6.000 millones de euros), de los que unos 3.500 millones son limpios para los accionistas de Berkshire. El oráculo de Omaha podrá utilizar todo ese efectivo para financiar su próxima operación: Buffett asegura que vuelve a ser el momento de ir de compras.
El anuncio coincidió además en el tiempo con la luz verde de la Reserva Federal -el banco central estadounidense- para que la gran banca pueda empezar a elevar sus dividendo y a diseñar planes de comprar acciones. También esta semana quedó desmantelado para siempre el mecanismo que permitió al Tesoro de Estados Unidos intervenir en el sector bancario, tras el pánico que causó el colapso de Lehman Brothers en otoño de 2008.
Hay, sin embargo, un asunto por resolver en los tribunales y que está relacionado con la inyección de capital de Warren Buffett en el otrora todopoderoso Goldman Sachs. Se trata del proceso por información privilegiada contra el fondo especulativo Galleon. El regulador bursátil de Estados Unidos acusó recientemente a Rajat Gupta, que en esa época era consejero de Goldman Sachs, de informar al fondo de los detalles de la operación.
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