Caballero paraliza otra obra de Porro en el puerto
Otra más. La presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo, Corina Porro, se disponía ayer a inaugurar un espacio portuario remozado para usos ciudadanos, El Tinglado del Puerto, cuando recibió la noticia de que funcionarios municipales estaban precintando las obras de PortoCultura, su iniciativa para rehabilitar la antigua nave de rederos. A la querella por prevaricación contra el alcalde, Abel Caballero, por paralizar algunas de esas actuaciones -querella cuya inadmisión por un juzgado de Vigo Porro ha recurrido a la Audiencia Provincial- se suma así una nueva instancia al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) por cuanto Porro estima que se vulnera un auto de este tribunal.
La Concejalía de Urbanismo advirtió esta misma semana de que la Autoridad Portuaria debía paralizar las obras de PortoCultura, en la antigua nave de rederos, porque, como ya había comunicado hace meses, los usos a que se destina -de tipo museístico, sobre los recursos pesqueros; en un anterior proyecto eran hosteleros, para tabernas con productos igualmente típicos- no son compatibles con los señalados en el Plan Especial del Puerto.
Las obras continuaron y los funcionarios municipales las precintaron ayer. Cabe esperar, como en otras actuaciones, que la Autoridad Portuaria coloque en dicho lugar otra valla de la serie Obra paralizada por el Ayuntamiento, uno de cuyos ejemplares figura en las naves de la fruta, segunda fase de la obra inaugurada ayer y donde Porro quería habilitar una estación marítima para la recepción de cruceristas.
Interés público
Además, la Autoridad Portuaria dará cuenta al TSXG de que Caballero vulnera el auto de este tribunal que había desestimado la suspensión cautelar de las resoluciones del puerto para la ejecución del proyecto por estimar que "el interés público derivado de las obras públicas del caso ha de considerarse prevalente".
La obra inaugurada ayer consiste en la urbanización de un espacio de unos 3.000 metros cuadrados detrás del edificio institucional de la Xunta. Este espacio, que ayer mismo se abrió a la ciudadanía, está dotado de mobiliario urbano, palmeras y de dos grúas históricas -pintadas y que permanecerán iluminadas durante la noche- que Porro quiere convertir en un símbolo de la ciudad.
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