Fabra sustituye la marca Costa Azahar por Aeroport de Castelló

Con la fecha, hora y los invitados a la inauguración del aeropuerto de Castellón fijados, aún no está determinado el día en que se firmará el acuerdo por el que quedará sellado el acuerdo sobre la gestión del mismo entre la promotora de las instalaciones, la sociedad pública Aerocas, y la concesionaria. Carlos Fabra, que preside de la sociedad pública (que conforman la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón), dijo ayer que "el martes o el miércoles" se firmará un acuerdo que, según dijo, "está cerrado" y que "engrandece y mejora lo que había". "Ha sido una negociación muy sólida, fácil, ágil y muy enriquecedora para todas las partes", alegó, al anunciar el cambio de la marca Costa Azahar por el de Aeroport de Castelló.

El cambio de denominación obedece a su difícil traducción al inglés El Consell y la Diputación asumirán las pérdidas ocho años

El Consell y la Diputación asumirán las pérdidas ocho años

Lo que había era un contrato de construcción de un aeropuerto público de gestión privada, a través de una concesión, por el que la Administración se comprometía a financiar las obras, cobrar un canon y pagar seis euros por cada uno de los viajeros que no llegaran a Castellón, hasta alcanzar el cupo de más de 600.000.

Lo que hay es un acuerdo no firmado por el que la Administración se convierte en gestor del aeropuerto aunque la concesionaria mantiene, prácticamente, la explotación de los mismos servicios y que, además, tendrá cubiertas sus posibles pérdidas durante los ocho primeros años.

Esto supone que Aerocas, la Generalitat y la Diputación, tendrán que desembolsar, anualmente, entre seis y ocho millones de euros, tal como admitió el propio Fabra, ya que los cambios legislativos han obligado a asumir costes que antes correspondían a Aena, como es el pago de los controladores, los bomberos y la seguridad.

El presidente de Aerocas cifró en cerca de 4,5 millones el coste de los servicios que ahora han de asumir, aunque posteriormente dijo que se podían obtener por un menor precio. Así, las pérdidas que se prevén están entre dos y cuatro millones de euros. Cuatro millones es la cantidad que la sociedad hubiera tenido que pagar si no llegara ni un solo viajero a Castellón. Pese a ello, Carlos Fabra aseguró ayer que con el acuerdo "vamos a mejorar sustancialmente todo sin ningún coste importante adicional para nadie".

Aunque las cifras no estén claras, sí que lo está que uno de los invitados a la inauguración es el expresidente del Gobierno y "presidente honorífico de mi partido", José María Aznar, porque "fue el presidente que autorizó el aeropuerto". También queda claro que las instalaciones se llamarán Aeroport de Castelló y que se ha eliminado la marca inicial de Costa Azahar, después de que el propio patronato de turismo la retirada como marca de la provincia. "Además, tiene difícil traducción al inglés", apeló Fabra.

La promotora aún tiene pendiente solicitar la autorización para la navegación aérea. Según Carlos Fabra, cuando la sociedad pública reciba la obra, "que será dentro de tres días", pedirán la carta de gestor, "y entonces Fomento ya recibirá la documentación para tramitar las autorizaciones".

"Lo que tiene que hacer el Gobierno es apoyar este aeropuerto y no cuestionar la gestión que Carlos Fabra y Aerocas han hecho, pues Fomento ha decidido que el modelo de Carlos Fabra es el que quieren aplicar en los aeropuertos españoles", concluyó el propio Fabra.