La agricultura energética
La biomasa de restos agrícolas y ganaderos se abre paso en muchas empresas
La agricultura energética empieza a abrirse paso en muchas empresas andaluzas. El uso intensivo de la biomasa, que utiliza como combustible restos de invernadero, orujo, orujillo y madera, ha propiciado la aparición de empresas especializadas en la fabricación de los denominados pellets (biomasa densificada de pequeño tamaño). Y son también muchos los establecimientos, la mayoría del sector turístico, que han recurrido a la energía térmica para abaratar costes.
La Escuela de Hostelería y Turismo La Laguna de Baeza (Jaén) ha instalado una caldera de biomasa que suministra a todo el recinto agua caliente y calefacción. Esta caldera tiene 581 kilovatios de potencia y cuenta con un quemador de hueso de aceituna (o pellets), y tiene una potencia térmica útil de 500.000 kilocalorías/hora, con un consumo de orujillo de 156 kilos por hora. Sus responsables destacan el importante ahorro que conlleva en cuanto a gastos de combustible así como la versatilidad en cuanto al tipo de biomasa a utilizar.
La consejería incentiva la transformación de purines en biogás
El Hotel Spa Sierra de Cazorla, en La Iruela (Jaén), es la primera instalación del país que abastece energéticamente a todo un complejo hotelero utilizando como combustible los huesos de las aceitunas, suponiendo un considerable ahorro de energía y aprovechamiento de los recursos naturales de la zona.
Y es que el sector oleícola es uno de los que cuenta con mayor potencial en el uso de la biomasa. Sirva como ejemplo que con los 2.500 kilos de residuos de poda del olivar por hectárea, se podrían producir 1.770 millones de litros de etanol al año, lo que supone en torno al 15% del consumo total anual de gasolina en España y la totalidad del consumo andaluz, con un posible valor de mercado alrededor de 2.000 millones de euros. "El uso de la biomasa supone añadir un plus de excelencia a la marca y a la imagen de su establecimiento turístico y una oportunidad de generación de empleo tanto de empresas instaladoras, como en el seno del sector agrícola, que es la fuente de la que procede la biomasa", ha subrayado el delegado del Gobierno andaluz en Jaén, Felipe López.
La producción de biogás es otra de las alternativas del sector agrícola. El grupo Oleocampo, de Torredelcampo (Jaén), ha desarrollado un sistema de producción de biogás a través del procesado del orujo generado en el proceso de fabricación del aceite de oliva. Se trata del primer grupo cooperativo de Andalucía que está llevando a cabo un trabajo de investigación de estas características.
Además de solventar la cuestión de las emisiones, el sistema plantea una alternativa al mercado del orujo de aceituna que podrán traducirse en una mejora de las liquidaciones de los socios, según ha destacado el presidente de Oleocampo, Juan Gadeo.
Mientras tanto, la Consejería de Agricultura ha aprobado incentivos para la ejecución de planes de biodigestión, que permitirán el uso de más de 65.000 metros cúbicos de purines al año para la obtención de energía eléctrica. Las ayudas van destinadas a los titulares de explotaciones ganaderas intensivas y su importe máximo irá en función de la producción de purín de cada explotación, con un máximo de 100.000 euros.
El Plan de biodigestión de purines fue aprobado el 26 de diciembre de 2008 por el Consejo de Ministros para la reducción de los gases de efecto invernadero y se encuadra dentro del Plan de Medidas Urgentes de la Estrategia del Cambio Climático y Energía, aprobado por el Gobierno para asegurar el cumplimiento del Protocolo de Kyoto. Persigue el tratamiento de más de 9,4 millones de toneladas de purines al año, lo que permitirá reducir anualmente 2,23 millones de toneladas de dióxido de carbono.
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