Marcha para exigir el cierre de la nuclear de Cofrentes
La plataforma Tanquem Cofrents realizó ayer una marcha de 5 kilómetros para exigir el cierre definitivo de la central nuclear, que está tan deteriorada y es tan insegura como la de Fukushima en Japón. Así lo ha querido advertir este colectivo, integrado por una decena de asociaciones ecologistas, ONG y sindicatos, al Gobierno central a una semana de que el Consejo de Ministros decida si clausura definitivamente la planta de Cofrentes, en funcionamiento desde hace 27 años.
Sobre las 11.30, centenares de personas partieron desde Jarafuel hacia la localidad vecina de Cofrentes, equipados con una pancarta donde manifestaron su rechazo a la energía nuclear. La portavoz de Tanquem Cofrents, Lourdes Tejedor, alertó sobre la situación de "inseguridad" en la que se encuentra la planta valenciana, que ha registrado 102 incidentes en los últimos 10 años. "El Gobierno debe tomar una decisión coherente", manifestó Tejedor, quien no obstante expresó su temor porque ello no sea posible por la influencia del "lobby nuclear" y porque "está en manos del pinocho nuclear", ha dicho en alusión al ministro de Industria, Miguel Sebastián.
Una central obsoleta
Según la activista, Cofrentes es una central "obsoleta", tanto como la de Fukushima en Japón, que ha comenzado a registrar explosiones como consecuencia de los daños sufridos por el terremoto y el tsunami que han azotado el país. "La central que ahora está en peligro con sus tres reactores es un caso similar al de Cofrentes: ambas tienen la misma tecnología, el mismo sistema de refrigeración y se encuentra en las mismas condiciones", aseguró la activista. No en vano, Fukushima tenía autorización para funcionar únicamente hasta 2011.
Tejedor también recordó que "Cofrentes se construyó encima de una falla" y que todo el Mediterráneo es una zona de movimiento sísmico. A los 102 incidentes que ha sufrido en la última década, apuntó, se suma que "la radiación corroe muchos de los materiales", y ello podría desencadenar una situación similar a la de Japón.
La portavoz de Tanquem Cofrents también incidió en la inseguridad de la central, donde "pudieron entrar 20 activistas de Greenpeace tranquilamente", como podría haber hecho también una organización terrorista. Finalmente, manifestó que "en un mundo en el que queremos una energía sostenible, la nuclear está frenando el desarrollo de las renovables".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.