Los sindicatos piden la ayuda del Gobierno en la crisis de Nueva Rumasa

Retrasos salariales, empleos en peligro y un futuro incierto. La situación de Nueva Rumasa, con una treintena de empresas en preconcurso de acreedores y un ERE en Clesa, hizo que sus trabajadores salieran ayer a la calle para pedir soluciones. Bajo el lema: "Por la defensa del empleo y los centros de trabajo de Nueva Rumasa" entre 2.000 y 3.500 empleados recorrieron la calle Fuencarral hasta la Gran Vía de Madrid en una manifestación convocada por UGT y CC OO.

"Queremos exigir el compromiso de todas las administraciones públicas, que nos traten igual que a otros sectores, como el de la automoción, que se pongan los ministerios al frente de esto para encontrar una solución", pidió Jesús García Zamora, secretario general de la federación agroalimentaria de UGT, en el acto final de la protesta.

"Sois empresas con productos apreciados en el mercado, pero mal gestionadas con una ingeniería fiscal de la familia Ruiz-Mateos que las ha descapitalizado", apuntó Toni Ferrer, secretario de acción sindical de UGT. Una gestión que Jesús Villar, de la federación agroalimentaria de CC OO, calificó de "terrorismo empresarial" y aseguró puede haber solución, pero que para ello hay que acabar con la actual administración.

A la manifestación, además de los empleados de las plantas de Madrid, acudieron 26 autobuses de fuera de la capital, según la organización. "Venimos aquí porque no hay futuro, queremos luchar por nuestros empleos" decía Rosario Quiñones, del comité de empresa de Carcesa, con sede en Extremadura y fabricante de marcas como Apis. Por detrás, sus compañeros gritaban "Carcesa sí, Rumasa no".

Entre los manifestantes, algunos se lo tomaron con humor como los que se disfrazaron de Superman imitando a Ruiz-Mateos, mientras que otros repartían billetes falsos con la cara del patriarca del grupo impresa en ellos o lloraban la muerte de Rumasa portando un ataúd. Con una pancarta con una fotografía de José María Ruiz-Mateos y sus hijos varones imitando a la película El Padrino, un trabajador de Clesa protestaba porque lleva sin cobrar las pagas de diciembre, enero y febrero y aseguraba que veía "muy difícil" encontrar una solución.

Por otro lado, el gestor de fondos Shelby Financial Group ha descartado cualquier inversión en Nueva Rumasa, según informó ayer Cinco Días. Después de analizar la documentación, la firma estadounidense ha abandonado porque ninguna empresa de grupo es capaz de generar caja ni a corto ni a medio plazo.