Concentrado de humor

Hay muchas parejas con hijos que, tras divorciarse, vuelven a rehacer sus vidas y logran mantener una buena relación. Este es el objetivo de la familia Hita Ferrán, pero en su caso todo es más difícil. El padre ha salido del armario y se ha ido a vivir con un interiorista; la madre se ha enamorado de un chico 20 años más joven; la hija adolescente se ha quedado embarazada; el hijo es un macarra en potencia y la empleada doméstica prefiere contar chismes a realizar sus tareas.

En este contexto discurre Vida loca, otra comedia de situación de Telecinco para la noche de los domingos (23.15), que recoge con gracejo y chispa las vivencias de una familia desestructurada. De esta forma, los espectadores tendrán primero una cita con el humor grueso de Aída y después con el humor disparatado de la nueva ficción, interpretada por Toni Cantó, Esther Arroyo, Miguel Ángel Muñoz, Lolita Flores y Javier Tolosa, entre otros actores.

Una de las principales novedades es su duración, con capítulos de 25 minutos "una medida de tiempo distinta a la utilizada hasta ahora en la comedia española", según Manuel Villanueva, director general de Contenidos de Telecinco. "Así en un periodo de tiempo menor se concentran más las tramas", señaló ayer durante la presentación de la serie que firma Isla Producciones (La pecera de Eva). El directivo también reveló que ante el ya inminente estreno, desde la cadena "sentimos ese pálpito nervioso de toda première". Para David Martínez, director de Programas de Ficción, Vida loca es "una comedia pionera con mucho sentimiento y mucha verdad sobre el amor de la familia, sobre cómo unos personajes se protegen de una vida loca en el sentido negativo a través de elementos positivos como el cariño, la alegría y el amor".

Vida loca contará con público en el plató -como Aída o la ya desaparecida 7 vidas- para reírle las gracias a los alocados protagonistas. Y ya sea en el estudio o en casa, la audiencia se encontrará con frases del tipo "pensar mucho en las cosas hace que me salgan las arrugas en la frente"; "una cosa es que sea la chacha y otra muy distinta que tenga que limpiar" o "antes de hacerme gay era... ¡un espermatozoide!".