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El nuevo plan de acuicultura aplaza la fijación de enclaves

Las posibles ubicaciones se anunciarán tras las municipales

El Consello da Xunta suspendió ayer el Plan Galego de Acuicultura de 2008, aprobado por el bipartito, para poner en marcha el Plan Director de Acuicultura (PDA) "con garantías jurídicas, ambientales y sociales" que justifican el aplazamiento de la fijación de los enclaves en que puedan instalarse las plantas de producción hasta el mes de julio, después de las elecciones municipales. El objetivo principal del PDA es definir las directrices para la instalación de tales plantas de producción y para la ampliación de las existentes.

El plan de 2008, impulsado por el bipartito se suspende "por inoperativo", dijo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la presentación del PAD, ya que, según la referencia informativa del Consello, "pese a estar en vigor hasta el día de hoy, no facilitó la posibilidad de crear nuevas plantas". Difícilmente podría hacerlo, sin subvenciones europeas y, por otra parte, antes de aprobarse del Plan de Ordenación do Litoral (POL, que entró en vigor el pasado 24 de febrero), al que necesariamente ha de adaptarse el PAD para dotarse de seguridad jurídica.

Las zonas aptas se dividirán en cuatro niveles, según su grado de protección

La mayor novedad del PDA es su apuesta por agrupar piscifactorías en "parques de grandes extensiones" frente a los anteriores emplazamientos "aislados" que diseminaban las plantas por todo el territorio gallego, según la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que acompañó a Feijóo en su comparecencia posterior al Consello da Xunta. Quintana no concretó cuál será la extensión máxima de estos parques, que queda supeditada, como todos los emplazamientos posibles, a los resultados de un estudio encargado a la Univeridade da Coruña que establecerá los lugares del territorio adecuados para la implantación, entre los cuales se seleccionarán luego los más indicados en función de sus valores paisajísticos, ecológicos, sociales y económicos, de modo que se consiga un desarrollo equilibrado de cada zona elegida, con especial atención a su compatibilidad con las actividades tradicionales de marisqueo, pesca y turismo.

El PDA, en función de esos resultados, establecerá cuatro niveles de implantación: zonas sin protección, incluyendo los suelos clasificados de uso industrial y portuarios; las de suelo rústico de especial protección pero sin otro régimen adicional de protección; las de protección autonómica y, en fin, las zonas de protección superior (Red Natura 2000, hábitats prioritarios, LIC, ZEPA, etcétera). Cada una de ellas precisará una tramitación diferenciada, "graduada en función de la capacidad de acogida del territorio, priorizando y facilitando aquellas localizaciones sin protección de los valores ecológicos, paisajísticos y de patrimonio cultural". Así, habrá zonas en la que se permita la acuicultura con autorización directa y otras que precisen un plan sectorial.

El actual PDA es el tercer intento de ordenar y consolidar una actividad que suscita grandes expectativas económicas en un contexto, el de la Unión Europea, en el que se constata su "escaso desarrollo" con respecto a otros lugares del mundo y en el que Galicia se mantiene en una posición puntera. Feijóo y Quintana expresaron su confianza en que la nueva planificación posibilite una multiplicación de los 4.000 empleos que ahora genera el sector en la comunidad.

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No eran otras las expectativas puestas en la regulación del sector que ya inició en 2005 el Plan Sectorial de Parques de Tecnoloxía Alimentaria, que el Gobierno bipartito sustituyó en 2008 por el Plan Galego de Acuicultura, definitivamente anulado ayer para iniciar la tramitación del PDA.

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