Dos empresas ganan juicios sobre hipotecas 'tóxicas'
Una sensación muy extendida en el sistema financiero es que en las oficinas de bancos y cajas se puede colocar casi cualquier producto. Los particulares afectados por los llamados swaps o contratos de permuta de tipos de interés que se vendieron en España a partir de 2006 están intentando darle la vuelta a esa idea. Estos productos se ofrecían asociados a una hipoteca como "seguros", contra la subida del Euribor. Cuando los intereses estaban altos, el banco devolvía dinero cada mes, pero al bajar, el usuario se veía fuertemente penalizado, hasta el punto de pagar más por el contrato de cobertura que por su propia hipoteca.
El goteo de sentencias a favor de los que se consideran afectados continúa en Galicia, donde los juzgados dieron por primera vez la razón a un particular (en Vigo en 2008) y también a una empresa, a la que se le presuponen mayores conocimientos financieros.
Hace pocos días, dos sentencias volvían a anular esos productos ante las demandas de pymes, en ambos casos condenando a Caixa Galicia. "Se trata de un contrato complejo y difícil de analizar. No consta que la entidad actora tenga conocimientos financieros específicos", concluyó el 15 de febrero un juez de Sarria. La segunda está fechada el 3 de marzo a favor de un grupo hotelero gallego que firmó en Vigo un préstamo de 3,8 millones. Al principio le devolvieron hasta 19.000 euros, pero después le obligaron a pagar 48.000. El abogado que defendió a la empresa, del despacho catalán Navas Cusí, cree que el problema está en que la banca, que califica de "esencial para la sociedad", tiene que corregir "este tipo de errores" que vulneran los derechos de los consumidores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.