Iberdrola vuelve al negocio seguro tras la apuesta eólica

Para Iberdrola, la quinta eléctrica por capitalización del mundo, el año pasado fue un buen año. En algunas cosas fue incluso "un año diez", aseguran en la compañía. Ganó 2.871 millones de euros, un 1,6% más que en el ejercicio anterior, en un contexto difícil. Asomados a la realidad desde esa cifra récord, la dirección que encabeza Ignacio Sánchez Galán ha repensado el futuro. Esta semana, la compañía, aprovechando el llamado Día del Inversor que celebra cada año, decidió hacer públicas sus ideas para trabajar hasta 2012. En esencia, esas ideas se pueden resumir en una frase: más apuesta por el negocio regulado (transporte y distribución), más Brasil y menos renovables.

Tratándose de un grupo con 93.000 millones de euros en activos, que factura en torno a 30.000 millones anuales, cada decisión a tomar es cuantificable en euros. Y así lo detallaron los responsables de la compañía. Ante analistas y en presentación enviada, como es preceptivo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La estrategia es más Brasil, menos renovables y más negocio regulado

Elektro es la gran apuesta de la compañía para colocarse en Brasil

La demanda eléctrica en América Latina crecerá un 65%

El freno inversor en renovables obedece también a la incierta regulación

La decisión más importante hasta 2012 es moderar las inversiones en energías renovables. Del total previsto, 15.800 millones de euros de inversión hasta 2012, las energías limpias -léase parques eólicos- se llevarán todavía un pellizco apreciable: 5.500 millones de euros. Pero la inversión denominada "orgánica" se reduce de los previstos 16.000 millones a 13.400 millones. El fruto de la contención en el desarrollo de renovables irá a parar a la compra de la distribuidora brasileña

Elektro (2.400 millones), anunciada el pasado mes de enero y que proporcionará al grupo un "crecimiento adicional", según los documentos hechos públicos esta semana.

Elektro, que ocupa la novena posición en la lista de distribuidoras de Brasil -tercera en el Estado de São Paulo-, es la gran apuesta de Iberdrola. Con 105.792 kilómetros de red de distribución, 2,1 millones de clientes y más de 11.000 gigavatios distribuidos en 2009, la empresa constituye para Iberdrola la palanca para mejorar sus posiciones en el mercado brasileño. El plan es integrar Elektro en el grupo Neoenergia, en el que Iberdrola controla un 39% junto al

Banco de Brasil (12%) y la gestora de pensiones Previ (49%). A través de Neoenergia, Iberdrola controla la distribución eléctrica en el noreste de Brasil -con el 44% de cuota de mercado-, con más de nueve millones de puntos de suministro en los Estados de Bahía, Río Grande do Norte y Pernambuco.

La apuesta por Brasil tiene fundamento, explican en la compañía. Según las previsiones que maneja el grupo, basadas en los estudios de la Agencia Internacional de la Energía, la demanda eléctrica en América Latina registrará un aumento entre 2008 y 2035 del 65% frente al 15% de EE UU y el 17% de Europa, mercados ya maduros.

El interés de estar bien colocados en el lugar donde más va a prender el negocio está claro. Aunque ello suponga frenar la expansión en el área de renovables, donde Iberdrola proclama su condición de líder en el desarrollo de la energía eólica. En lo que respecta a Iberdrola Renovables, todo indica que puede haber llegado la hora de apostar por la generación de caja y el beneficio, en lugar de la apuesta por la expansión. Todo un cambio de paso que, según creen en la empresa, solo se puede permitir quien apostó primero por el desarrollo de la energía eólica (12.000 megavatios de potencia instalada de una capacidad total de 45.000 megavatios), dejando muy atrás al segundo clasificado en el área, la estadounidense Florida Power.

En el paréntesis inversor en renovables pesa otro elemento: las incertidumbres regulatorias que se abren tanto en EE UU como en España. En EE UU (4.634 megavatios eólicos instalados, el 37% del total del grupo), hasta 2012 está asegurada la rentabilidad de los proyectos en marcha, pero a partir de esa fecha hay incertidumbre. Los republicanos quieren reducir las subvenciones a los nuevos proyectos y los demócratas no parecen dispuestos a desgastarse en esa batalla. En España, a partir de 2013, también domina la incertidumbre.

La consecuencia de todo ello es la apuesta por el negocio más seguro, aquel que proporciona ingresos sin sobresaltos. En las proyecciones de Iberdrola, en 2012 los negocios liberalizados proporcionarán el 30% del beneficio operativo bruto; las energías renovables, el 22%, y el negocio de redes, el 48%.

Con el objetivo centrado, la compañía ha decidido acometer también una reorganización que cambia el paso al modo de funcionamiento. En lugar de organizar su actividad por países, lo hará por áreas de negocio. Habrá una organización única por negocio, una planificación única por negocio, un presupuesto único por negocio y una planificación única de inversiones por negocio.

Amparo Moraleda, responsable del área internacional, se encargará de supervisar las sociedades en el exterior. Francisco Martínez Córcoles se encargará del área de generación; Javier Villalba, de la distribución, y Xavier Viteri, de renovables. -