La demasía de Ruiz-Mateos no tiene fin
El paso de los días subraya que José María Ruiz-Mateos no escarmentó con la expropiación de Rumasa hace 28 años. Mantuvo su osadía, ahora acompañado por sus seis hijos -se supone que también por sus siete hijas, aunque no salgan en la foto-, no ha dejado de hinchar el globo hasta que ha explotado de nuevo. Aparecen nuevos episodios que demuestran que las advertencias que se hicieron, sobre todo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no eran a humo de paja. Pese a todo, muchos inversores y entidades se dejaron llevar por sus presumidos pagarés. Sí hizo caso, la Fiscalía Anticorrupción, que desde hace un año investiga por posibles delitos de estafa, blanqueo y falsedad... Mientras lo niega todo, algunas empresas han tenido que provisionar por posible impago, como los 31 millones de Aegis, el grupo de comunicación que compró Carat, la empresa que hasta 2006 presidió en Miguel Ángel Rodríguez, ex secretario de Comunicación con José María Aznar. Y lo peor es que los empleados de Nueva Rumasa han dejado de cobrar. -
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