Guipúzcoa culpa a la oposición y a la prensa de impedir la campaña "legal" de Olano

La Diputación de Guipúzcoa salió ayer indemne de la esperada comparecencia solicitada por la oposición para que el diputado general, Markel Olano, explicara las polémicas surgidas por la campaña de publicidad que quería contratar para difundir su gestión y el vídeo electoral del PNV al que se podía acceder desde la web foral. Pese a que eran dos asuntos que le concernían directamente, Olano optó por no dar la cara y delegó la responsabilidad en la diputada de Presidencia, Edurne Egaña. En su intervención, defendió la actuación de la Diputación en ambos casos y aprovechó para cargar contra los grupos de la oposición y la prensa por impedir la campaña "legal y legítima" de Olano.

El PP evita que las Juntas reprueben la estrategia del diputado general

Egaña explicó que la Diputación "en ningún momento" quiso contratar una campaña de publicidad "para elogiarse a sí misma", sino para "informar a la ciudadanía" de la gestión foral. La contratación de dicha campaña fue finalmente anulada tras denunciar toda la oposición, a instancias de Alternatiba, que incumplía la Ley de Publicidad Institucional. La diputada aclaró que, ante la "actuación partidista y electoralista de diversos partidos políticos", se adoptó la "decisión política" de retirarla y evitar así "debates estériles" que podían "enmarañar la vida política".

Egaña trató de "desmentir" la noticia publicada ayer por este periódico, según la cual la determinación de suspender la campaña se produjo tras comprobar que al concurso público no se presentó ninguna oferta. Dijo que no había motivos para paralizar un procedimiento administrativo. Omitió la existencia de una petición por escrito de los partidos de la oposición, dirigida a Olano, para que cesara la campaña. Ander Rodríguez, de Alternatiba, afirmó que la Diputación pudo acogerse a esta iniciativa para suspender antes de tiempo el concurso.

Lo más sorprendente de la comparecencia de Egaña llegó cuando desveló que la Diputación se puso en contacto con las posibles empresas contratistas para comunicarles que la campaña de publicidad iba a suspenderse. Egaña confesó que las llamadas se produjeron antes incluso de que el portavoz foral, Eneko Goia, hiciese pública la decisión de suspender la convocatoria.

Este reconocimiento choca con los verdaderos motivos que alega la mesa de contratación en su informe para anular el trámite de contratación. El escrito considera que las informaciones de la prensa respecto a la supuesta ilegalidad de la campaña alteraron la "libertad de ofertas". Sin embargo, no se hace ninguna mención a que el concurso pudo quedar desierto porque la Diputación se dedicó a llamar a las empresas para que no presentaran sus ofertas.

Egaña defendió la política de austeridad que practica la institución foral, y llegó a sugerir que la polémica campaña, en la que se iban a gastar 227.150 euros, también pretendía ayudar económicamente a los medios de comunicación. "Es un sector tan legítimo como otro y puede estar necesitado de la ayuda de la Administración pública", dijo la diputada.

Tras comparecer Egaña, se debatió una propuesta de resolución de Alternatiba para reprobar la campaña de publicidad que iba a desarrollar la Diputación. Sorpresivamente, el PP se alió con los partidos del Gobierno foral (PNV y H1!) y evitó que saliera aprobada. Su portavoz, Juan Carlos Cano, argumentó que "no se puede reprobar algo que no se ha hecho".