La caja gallega se ve obligada ahora a crear un banco
A regañadientes, porque hasta el último momento se aferró a su naturaleza jurídica, Novacaixagalicia (NCG) decidió ayer dar el paso de volcar su negocio a un banco para intentar cumplir con el decreto del Gobierno.
La unión de Caixa Galicia y Caixanova, que fue impulsada por la Xunta que dirige Alberto Núñez Feijóo (PP) y bendecida en diciembre por el Banco de España, no cumple con los nuevos requisitos de capital. La cúpula de la entidad, que se siente traicionada por el giro de los acontecimientos, no ha hecho público su core capital, que en todo caso está por debajo del 6%. Fuentes de NCG explican que han realizado "fuertes provisiones" para apuntalar el balance de 2010 siguiendo instrucciones del organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Por esta decisión, dicen, presenta un capital básico menor. Ahora tendrán que buscar inversores para colocar un mínimo del 20% de sus acciones.