La fiscalía se opone a archivar la denuncia contra un fraile

La Fiscalía de Castellón se opone al archivo de la denuncia del joven que acusó a un fraile de abusos, tal como había solicitado la defensa del religioso. La fiscalía basa su consideración en que no se ha practicado "ni una mínima actividad instructora" para el esclarecimiento de los hechos, pero además rebate la argumentación de la defensa en lo relativo a que la relación entre ambos fuera consentida y en cuanto a la calificación de los hechos como una mera falta.

A juicio de la fiscalía, la afirmación de que entre el entonces monaguillo y el fraile existía una relación consentida "no deja de entrañar una visión parcial e interesada" de los hechos que, además, conlleva unas valoraciones "propias de un juicio oral". Además, el fiscal recuerda que la falta de consentimiento, en los casos en los que no es explícito, se equipara al consentimiento viciado "cuando se ha obtenido prevaliéndose de una situación de superioridad". El escrito añade que además de esta situación, en el caso del monaguillo y el fraile, éste ejercía de "guía espiritual de cuantos monaguillos y jóvenes formaban parte de la parroquia".

Respecto a la posibilidad de que los hechos fueran constitutivos de, únicamente, una falta, que habría prescrito, la fiscalía apunta a que la calificación penal de los hechos no corresponde a la defensa sino a las acusaciones, que no se han pronunciado dada la "falta de investigación".

El caso saltó en mayo cuando la orden de los Carmelitas Descalzos puso en conocimiento de la fiscalía los presuntos abusos cometidos por uno de sus frailes sobre un menor, que actualmente tiene 20 años, cuando éste ejercía de monaguillo en Castellón. Así, por primera vez, una orden religiosa ponía en manos de la justicia un presunto caso de pederastia, tras la recomendación del Papa de denunciar los casos de abusos.