La fiscalía indaga el robo de 10 bebés en el franquismo
La Fiscalía de Valencia investiga el robo y posterior compraventa de 10 bebés supuestamente cometidos entre la década de los años cuarenta, recién iniciada la dictadura franquista, y la de los ochenta, ya en democracia, según anunció ayer su portavoz.
Los casos han sido remitidos a Valencia por la Fiscalía General del Estado, que a finales de enero recibió una denuncia por el robo de 261 niños en toda España presentada por la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir). El fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, descartó que se tratara de un plan sistemático en todo el Estado y que los implicados estuvieran relacionados entre sí, por lo que resolvió remitir las denuncias a cada fiscalía territorial para que investigaran los casos uno a uno.
La encargada de la investigación en Valencia es la fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Teresa Gisbert. Es pronto para saber si durante la misma se descubrirán otros robos de recién nacidos. O si todos o parte de los 10 supuestos casos de los que ya se tiene constancia han prescrito: será necesario determinar en qué momento se produjeron los hechos (y por tanto qué legislación debe aplicarse) y encajar los hechos en los tipos penales correspondientes. Algunos delitos, como el de usurpación del Estado civil, se comete de forma permanente en tanto no cese la usurpación, de modo que no existiría prescripción. Algo similar puede ocurrir con los secuestros y otros delitos.
Los niños, por lo que se sabe hasta ahora, eran robados al nacer. A las madres se les contaba que habían muerto. En realidad eran vendidos con la colaboración de médicos, enfermeras, religiosos, empleados de funerarias y de otras personas.
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