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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Ida de los octavos de final

Fútbol de arte y ensayo en Londres

El Arsenal y el Barcelona, equipos con muy buen gusto, ofrecen también un choque de contrastes

Ramon Besa

Aparcada la final de la Copa del Rey hasta el 20 de abril, la fanfarria de la Champions vuelve a sonar hoy para el Barcelona ante el Arsenal en Londres, el mejor escenario para que el barcelonismo renueve la fe en su equipo después de dejar la Liga con una ventaja de cinco puntos sobre el Madrid por el empate en Gijón. Hay que reparar de nuevo en el juego después de una larga etapa de contar récords y atender a la alineación del rival y las características del árbitro porque las victorias se daban por descontadas o se consideraban pura rutina. No es fácil ganar en la Copa de Europa y el Barça nunca fue infalible, sino que siempre se le dio bien jugar al fútbol. Ocurre que la exigencia azulgrana es tan grande que, cuando deja de ganar, se teme por su salud.

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Hay circunstancias, en cualquier caso, que invitan a la prudencia. De la misma manera que con Frank Rijkaard se temía antes la llegada de noviembre, ahora se maldice febrero. Al Barcelona de Pep Guardiola le cuesta reengancharse a la Champions. El mejor barcelonista del partido de ida de los octavos de final disputado hace dos años en Lyon fue Benzema (1-1). La mala puntería del ahora ariete madridista redimió a los azulgrana, emparedados por otra parte en la Liga por las derrotas con el Espanyol y el Atlético. Tampoco le fue mejor la temporada pasada en Stuttgart (1-1). Derrotado otra vez por el Atlético, pasó un mal rato en el Mercedes Benz Arena por culpa de Cacau. Y el sábado pasado cedió dos puntos ante el Sporting después de que en la jornada anterior ya hubiera acabado mal de nuevo ante el Atlético.

Mediatizada por el Mundial, la pretemporada del Barcelona fue escasa y a Guardiola le ha sido difícil rotar la plantilla porque el Madrid aprieta en la Liga y a los aficionados les ha quedado grabada en la memoria una alineación titular que es garantía de triunfo. A excepción de Puyol, para hoy se espera al mejor equipo. Vuelve el talismán Busquets, el volante central por excelencia; regresa también Pedro, el delantero que inicia la presión, da profundidad y tiene gol, y reaparece Abidal, la mejor pareja de Piqué por su rapidez para corregir a sus compañeros y combatir a los delanteros contrarios. El punto débil de los azulgrana, de todas maneras, acostumbra a ser los laterales, malos defensores, defecto peligroso ante Nasri y Walcott, mientras que los centrales no siempre mezclan bien sin Puyol.

La fiabilidad de los zagueros depende de cómo defiendan los delanteros. "Si atacamos mal, nos defendemos mal", sostiene Guardiola, convencido de que el Barça recuperará la naturalidad desde la mejor formación. El Arsenal exige muchos esfuerzos y saca a sus rivales de la cancha si no están bien puestos. Los azulgrana deberán afinar el juego de posición, juntar las líneas y acortar el campo a partir de la presión para combatir a un adversario mejor que el de 2010 y dispuesto a regresar a una final como la que alcanzó en París contra el propio Barça en 2006. "Ya no vale con competir", afirma Arsène Wenger; "hay que volver a ganar títulos", lo que no pasa desde 2005. Los gunners convienen en que, si son capaces de disputar el título de la Premier al Manchester United -les separan cuatro puntos-, también pueden vencer al Barça.

Aunque no deja de admirar al Barcelona, el Arsenal se propone dejar de ser un club reverencial y acomplejado, miedoso, para ser más competitivo y desagradable desde la madurez. Cuenta con al menos cinco futbolistas muy buenos: el capitán, Cesc; Van Persie, que cada día recuerda más a Henry; el veloz Walcott, el joven Wilshere, al que se suponen las piernas de Makelele y la cabeza de Pirlo, y el excelente Nasri si se recobra. Si se juntan alrededor de la pelota, desbordan al mejor contrincante. Atacan de modo rápido y vertical, dinámico, sin un nueve fijo, acompañando todos la jugada. A cambio, conceden ocasiones por la debilidad de sus centrales y a veces de los laterales. Las bajas de Sagna y Vermaelen juegan en contra de un portero tan prometedor como inexperto, Szczesny.

Guardiola ha visto resúmenes de ocho partidos del Arsenal y encontró motivos para preocuparse si su equipo no adopta la mejor versión. Hay dos detalles que refuerzan la dificultad del duelo: los azulgrana han sido incapaces de ganar en campo contrario en las eliminatorias europeas (cinco empates y dos derrotas: Wisla e Inter) y Messi no ha marcado en sus seis encuentros en un feudo inglés. El Arsenal, por lo demás, solo encajó en su Liga una derrota en el Emirates, ante al United, y lleva 20 triunfos y seis empates.

Aunque entienden el juego de forma parecida, ambos equipos ofrecen suficientes diferencias para ofrecer un choque de contrastes. No juegan el original contra su fotocopia, sino que la fanfarria de la Champions anuncia para hoy fútbol de arte y ensayo en Londres.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.
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