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Reportaje:Los intrusos en los ERE

Juan Lanzas, el embaucador

El hombre clave en la trama estuvo incluido en varios ERE junto a su mujer

Ginés Donaire

Juan Lanzas, el hombre clave en la trama de los ERE, no ha hecho nunca ostentación de riqueza, pero hace poco no pudo contenerse y le confesó a un vecino: "Tengo tanto dinero que no sé lo que hacer con él". Su falta de discreción hizo que poco después esa conversación ya fuera la comidilla de su pueblo natal, Albanchez de Mágina (1.200 habitantes, Jaén), donde el exsindicalista de UGT, conocido como el conseguidor por su supuesta habilidad para lograr prejubilaciones fraudulentas, ha dejado también un rastro de sospechosas corruptelas.

Esta semana su mujer, Patrocinio Sierra, ha declarado como detenida ante la policía judicial. Lanzas ya fue detenido el pasado 13 de enero. Ambos percibieron grandes sumas de dinero tras ser incluidos en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Hitemasa, pese a que nunca trabajaron en la empresa malagueña.

"Tengo tanto dinero que no sé lo que hacer con él", le dijo a un vecino

En ese rastro de corruptelas en su pueblo, la cooperativa oleícola San Francisco, que Lanzas presidió durante más de una década hasta 2007, tiene interpuesta contra él una querella por presuntas irregularidades contables en su gestión. Se le acusa, por ejemplo, de pagar facturas de 4.000 euros para un atomizador del que nunca se supo, de facturar en concepto de vino ecológico -jamás llegó a producirse- y, lo que más le reprochan los olivareros, de vender el aceite muy caro y pagarlo a los socios más barato que nadie. El caso está a la espera de fecha de juicio. Antes los olivareros acudieron a la justicia porque el ex sindicalista se resistía a convocar elecciones.

Juan Lanzas apareció en la Federación de Alimentación de UGT en Jaén a mediados de los años ochenta y nadie acierta a saber cuál era su carta de presentación. "Apareció en el sindicato sin oficio ni beneficio", explicaba ayer un veterano sindicalista jiennense. Y desde muy pronto empezó a escalar apoyado en su verborrea y su capacidad para ganarse a los trabajadores de empresas en crisis. "Es, sobre todo, un embaucador, pero no es de fiar", comentaba un vecino de Albanchez.

A finales de los noventa, Lanzas participó en la negociación del ERE de Coosur, donde coincidió con Antonio Garrido Santoyo, que dimitió el pasado noviembre como miembro de la ejecutiva del PSOE de Baeza (Jaén) al aparecer su nombre en la lista de 41 prejubilados de Mercasevilla, donde él nunca trabajó. Después vendría el ERE de Cárnicas Molina, donde Lanzas tuvo que vérselas con César Braña -ex gobernador civil de Cádiz, ya fallecido- y al que la Junta -que había intervenido la empresa- encomendó la tarea de reflotar la cárnica.

Curiosamente, tanto Lanzas como Braña aparecen en la lista del ERE de la textil malagueña Hitemasa, donde ninguno trabajó. En el mismo listado está la sindicalista de UGT María José Martínez Elvira, esposa de la mano derecha de Lanzas en el sindicato, Luis García de los Reyes. Martínez, expulsada del PSOE de Torredonjimeno, está contratada por UGT como organizadora sindical, pero no por la Federación de Servicios.

Pero en Molina hubo división de opiniones sobre la gestión sindical de Lanzas. De no ser así no se explican las pintadas que aparecieron en la fábrica: "Lanzas, te lo estás llevando calentito". Aún así, muchos trabajadores quisieron recurrir a él para negociar su recolocación en el grupo Dhul. Pero entonces Lanzas ya estaba fuera del sindicato, y había creado Maginae Solutions, la empresa que habría cobrado 123.000 euros por un informe para el ERE de Mercasevilla y que Lanzas gestionó junto a su cuñado, Ismael Sierra, ambos imputados en la trama.

Lanzas utilizó como sede el domicilio de sus padres en Albanchez, pero desde allí nunca operó ninguna sociedad. Y es que, como comentaba un antiguo compañero de sindicato, Lanzas tenía una habilidad especial: "Ganaba mucho en las distancias cortas, era un embaucador".

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