Bono a Obiang: "Es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa"
Una delegación parlamentaria se reúne con el presidente de Guinea Ecuatorial
"Es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa", le dijo el presidente del Congreso, José Bono, al de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang , en el almuerzo que este ofreció ayer a una delegación parlamentaria española en su palacio de Malabo. Entre los nexos de unión, figura el idioma español, que Obiang, presidente de turno de la Unión Africana (UA) desde el mes pasado, ha convertido en lengua de trabajo de la más importante organización del continente. Entre los motivos de desencuentro, las diferentes concepciones de la política y las libertades ciudadanas.
Acompañaban a Bono los diputados Josep Antoni Duran Lleida (CiU), Gustavo de Arístegui (PP) y Alex Saiz (PSOE), que sugirieron en términos cuidadosamente diplomáticos a Obiang la necesidad de mejorar el respeto a los derechos humanos en su país, según fuentes de la delegación. Obiang no se dio por enterado. Y si lo hizo fue solo para excusarse con el argumento de que los países africanos tienen su propio ritmo y hay que respetarlo. Los parlamentarios no se reunirán hoy, como tenían previsto, con el único diputado de la oposición guineana, Plácido Mikó, pues se encuentra fuera del país, pero sí lo harán con representantes de su partido.
Además, esta mañana mantendrán un encuentro con una veintena de empresarios españoles con intereses en la ex colonia. El objetivo expreso del viaje es precisamente facilitar la participación española en el reparto del pastel del petróleo guineano -600.000 barriles diarios, que podrían llegar en breve a un millón- del que hasta ahora se ha visto excluida la antigua metrópoli. Obiang ha asegurado que las empresas españolas son bienvenidas, pero deben traer el aval del Gobierno. Por ello, este remitirá a Malabo un listado de empresas "con interés en invertir en Guinea Ecuatorial".
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, salió ayer al paso de los rumores sobre supuestas discrepancias con Bono por el viaje. Este comenzó a gestarse en octubre, cuando el presidente del Congreso recibió una invitación oficial. Inicialmente, dio largas al asunto, pero en noviembre trasladó la patata caliente a Jiménez, quien lo autorizó por escrito. "La diplomacia parlamentaria forma parte de la fórmula que utilizamos los países para relacionarnos los unos con otros", explicó ayer la ministra.
El viaje ha estado rodeado por la polémica. IU y ERC lo criticaron desde el principio y el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, se descolgó a última hora. Incluso dentro del PP hubo dudas, pero al final Rajoy dio luz verde a Arístegui. El antecesor de Jiménez, Miguel Ángel Moratinos, que viajó en 2009, reconoció luego que Obiang le había decepcionado al no cumplir sus promesas de apertura y democratización.
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