Griñán sugiere que la trama ha usado nombres falsos

El caso Mercasevilla se ha convertido en un auténtico tornado político. No hubo ayer partido que escapara al ímpetu de un asunto que en los últimos días se ha convertido en el tema estrella de forma rotunda. Ni siquiera el presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, quien habló por primera vez con detalle del caso y afirmó: "Estoy convencido de que se han producido actuaciones irregulares y hay que depurar responsabilidades hasta el final".

Griñán añadió que la Junta ha ido más allá de los requerimientos del propio juzgado, al tiempo que alertó de lo arriesgado de manejar nombres concretos como implicados porque puede ser que usar nombres falsos para percibir recursos sea parte de la "trama urdida".

El presidente dijo que la Junta ha hecho todo lo que tenía que hacer: ha puesto los hechos en conocimiento de la fiscalía, ha aportado los elementos que pueden haber sido irregulares, remitirá los expedientes a la Cámara de Cuentas y comparecerá en el Parlamento para dar explicaciones. "Mayor colaboración que ésta es difícil encontrarla en ninguna otra comunidad autónoma", enfatizó Griñán.

El consejero de Empleo, Manuel Recio, protagonizará el día 16 un debate agrupado de nueve iniciativas. A petición propia, el consejero informará de los expedientes de regulación de empleo (ERE) en Mercasevilla en 2003 y 2007. También hablará, a requerimiento de los grupos, sobre la concesión de ayudas a empresas y las subvenciones para ERE y prejubilaciones.

Los portavoces de PP y PSOE cruzaron ayer las frases más duras que fueron capaces de construir. La popular Esperanza Oña señaló: "Estamos ante un caso escandaloso, tenebroso, morboso, lleno de corrupción. Da miedo hasta el extremo que han degradado una institución pública como la Junta". El socialista Mario Jiménez le fue a la zaga: "El PP pide una comisión de investigación para montar un circo. Si el caso afectara al PP, la fiscalía estaría ya en el paredón y fusilada al amanecer desde San Fernando [la calle donde está la sede del PP andaluz], la juez tendría que luchar para que no la inhabilitaran y la policía sería acusada de ser cuatro sinvergüenzas al servicio de Pérez Rubalcaba". El coordinador de IU, Diego Valderas, también terció y dijo: "No son tiempos de descaro, ni nepotismo, ni falsedades ni cortinas de humo".