La AEB espera que los bancos quieran entrar en las cajas

Que a los bancos españoles no les interesara participar en la recapitalización de las cajas de ahorros sería una mala señal. Indicaría, según afirmó ayer el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, que la entrada en las cajas tampoco es atractiva para otros inversores, ya se trate de entidades financieras o de otro tipo, extranjeros o no.

Fue la respuesta de Martín, en un almuerzo con la prensa organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, cuando se le planteó la posibilidad de que la banca simplemente quiera aprovechar la reestructuración financiera para eliminar competencia absorbiendo cajas de ahorros.

Las cajas deben tener antes de septiembre unos niveles de core capital (capital más reservas, el activo con capacidad para absorber las pérdidas) de entre el 9% y el 10%, según el Plan de Fortalecimiento del Sistema Financiero que el Gobierno aprobará probablemente el viernes.

Si las entidades no alcanzan ese objetivo por sus propios medios o recapitalizándose en el mercado, recibirán capital público en forma de acciones, siempre y cuando se conviertan en bancos. Respecto al fondo necesario para ese rescate, estimado en 20.000 millones de euros por el Gobierno y el Banco de España, el presidente de AEB manifestó que el supervisor español "es el único que puede hablar con propiedad porque conoce hasta el último crédito que dan las entidades. Cualquiera que diga que se necesita otra cantidad debe demostrarlo".

Estrechez en los plazos

Para el director del Centro del Sector Financiero IE-PwC, Luis de Guindos, que participó en una charla previa al almuerzo, el plazo para culminar la recapitalización es demasiado corto. El exsecretario de Estado de Economía dijo que hay poco tiempo para "generar los procesos necesarios que abran la ventana en los mercados para captar capital", y aseguró que sería un problema vender las cajas a precios de saldo.

De Guindos afirmó que lo ideal es que las reformas financieras se hagan por consenso. Para que el proceso llegue a buen puerto, en cualquier caso, será determinante la transparencia de las entidades financieras, según el directivo, quien aseguró que todavía se pueden dar más pasos ampliando información sobre el crédito inmobiliario.