Feijóo intenta pactar con BNG y PSdeG una salida para la caja

Alberto Núñez Feíjóo ha trazado dos planes para afrontar el golpe que supondrá para la caja gallega el Real Decreto que regulará la recapitalización del sistema financiero español. Ambos dependen de cómo respire el PSdeG y se basan, por este orden, en garantizar la solvencia y, si es posible, la galleguidad de la entidad, aunque sin más alusiones a su carácter fundacional de caja de ahorros.

En un encuentro con empresarios celebrado ayer en Santiago, Feijóo calcó la iniciativa que tan buenos resultados le dio hace año y medio, cuando Caixanova se negaba en redondo a hablar de fusión y prefería explorar la vía del SIP con cajas de fuera de Galicia. Anunció, dentro de un planteamiento estratégico "de país", que convocará una reunión con el secretario del PSdeG, Pachi Vázquez, y el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, para abordar el futuro de Novacaixagalicia. Será después de que se aprueben las nuevas normas avanzadas por la ministra Elena Salgado, las mismas que asegura haber recibido "con estupor" y que, en su opinión, dejan a la caja a los pies de los caballos.

El presidente admite que quiere encontrar la opción "menos mala"

Agradece el gesto del BNG para buscar una postura común en Galicia

Una destacada representación del empresariado gallego escuchó su ponencia, por momentos más parecida a un mitin, antes de una comida organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). No faltaron los copresidentes de Novacaixagalicia (NCG), que insistieron en la solvencia de la fusión y aseguraron que estudian "todas las posibilidades", que se abren con el nuevo escenario financiero, con la intención de seguir siendo una caja.

Feijóo no oculta que su único propósito ahora es buscar "la opción menos mala", para la entidad. En el camino se ha vuelto a encontrar con Guillerme Vázquez (BNG), a quien agradeció que le haya remitido una carta invitando a las tres fuerzas políticas presentes en el Parlamento a mantener la misma postura en defensa de NCG. El segundo de sus planes va necesariamente más rápido. El PP en Madrid comenzó ayer a negociar con los socialistas la letra pequeña del Real Decreto. No quieren que el texto pulverice todo el trabajo (y el crédito político) del Ejecutivo gallego del último año y medio e intentan pactar un texto que sea más benévolo en la definición de core capital. En sentido estricto, se debe definir como capital básico, el colchón que garantiza la viabilidad de una entidad y que sirve para absorber las pérdidas (equivalente al dinero de las acciones junto con las reservas). Fuentes próximas a la negociación creen que, si además se incluyen en el cómputo las provisiones por pérdidas esperadas, la caja gallega saldría mucho mejor parada, ya que ha dedicado un gran esfuerzo a provisionar los fallidos de su cartera de créditos a promotores y constructores.

A partir de ahí, la entidad que dirige José Luis Pego -que ayer se mostró impermeable a las preguntas- tendrá que buscar la manera de completar la partida de las cuentas para salir en la foto como una de las cajas que logró sobrevivir a las duras exigencias del Gobierno. "Si tenemos solvencia es mucho más fácil conseguir capital, es tan simple como eso", resumió Mauro Varela, el segundo copresidente. Aunque lo hará a regañadientes. Entre las grandes empresas gallegas se instala el discurso de Feijóo de que el PSOE ha encontrado en las cajas que son el resultado de fusiones regionales su particular cabeza de turco para cambiar las reglas del juego.

El propio presidente de la APD, Honorato López Isla, amigo personal de Julio Gayoso, arrancó su intervención refiriéndose a los "cambios constantes", del Gobierno en materia económica "anunciados a través de los medios de comunicación". Unos cambios que "llenan de incertidumbre", a la clase empresarial y que, alertó, "amenazan con limitar el crédito a la empresas y familias".