"¡Lo detesto!"

"El rival no ha hecho más que correr", dijo Cristiano Ronaldo, entre desdeñoso y asombrado ante un hecho que no debió sorprenderle, al salir del estadio Reyno de Navarra. "Además, el público ha estado tirando balones al campo y eso es inadmisible", añadió.

La estrella del Madrid habló como si sus compañeros y él no hubieran sido responsables de nada en la noche en que el Madrid pudo perder la Liga, entregársela definitivamente al Barça. Alguien le preguntó por qué habían jugado tan mal y juzgó que la cuestión era impertinente. "Si hubiéramos ganado, no me preguntarían por el juego realizado. Da igual si no juegas a nada siempre y cuando ganes al final. El fútbol depende de los resultados", argumentó.

El antiguo El Sadar despidió a los jugadores blancos con la melodía Go West, de los Beach Boys, y una letra improvisada: "¡Adiós a la Liga, adiós! ¡Adiós a la Liga, adiós...!". Mientras tanto, Jorge Valdano, el director general corporativo del club madridista, se presentó ante los periodistas con un semblante luctuoso para hacer las declaraciones de rigor: "Ha sido duro. Es un resultado muy malo para nosotros, pero no definitivo. Nos caracteriza la resistencia y vamos a luchar hasta el último aliento. La temporada pasada nos ocurrió algo parecido al principio y el equipo supo luego sobreponerse, subir en la clasificación y pelear por el campeonato hasta la última jornada".

A su vez, Cristiano meneó la cabeza y prosiguió insistentemente con su reivindicación del fair play, del juego limpio: "Patadas, más balones de los permitidos en el campo... Es inadmisible que un partido de fútbol se convierta en una batalla campal. Lo que ha pasado hoy no es bueno ni para el espectáculo ni para los niños que disfrutan de este juego. ¡Lo detesto! El otro día en Sevilla estuvieron a punto de romper la cabeza a Casillas de un botellazo. Estas acciones deben ser multadas".

Xabi Alonso sí accedió a hablar de las dificultades que supondrá para el Madrid el haberse descolgado a siete puntos del Barça en la carrera por el título. "Este resultado ha aumentado la distancia", se lamentó. "Pero hay que seguir esperando. Hasta ahora estábamos en una buena línea. Sabíamos que el equipo que primero marcase en Pamplona tendría mucha ventaja. Han sido ellos y, a pesar de que hemos buscado la reacción, no hemos sido capaces de empatar, no hemos podido hacerlo. Hay que seguir trabajando y ganar los partidos restantes. No podemos bajar los brazos", advirtió.

Casillas optó por una fórmula sencilla para aliviar la sensación de fracaso. Pensar en otra competición. Pensar en la Copa del Rey. "Tenemos que centrarnos en el siguiente encuentro sin dar nada por perdido", dijo apuntando al próximo miércoles, cuando el Madrid recibirá al Sevilla en la vuelta de las semifinales con la ventaja del gol marcado por Benzema en el Sánchez Pizjuán. "Lo importante ahora es levantar la cabeza y pensar en la Copa porque estamos tan solo a un paso de la final", concretó.

Sergio Ramos no descartó que las exigencias de un calendario con partidos cada tres días hayan desgastado al Madrid en relación con otros equipos que ya no compiten en la Copa. "Ellos han tenido una oportunidad y la han convertido. Nosotros no somos máquinas y todo acaba pasando factura. Pero no es una excusa porque el Madrid debe luchar por todos los títulos", dijo.

Pandiani, que le ganó la posición a los pivotes del Madrid antes de prolongar el balón para que Aranda lo puntease hacia Camuñas, recordó con emoción su contribución al gol determinante. "La peiné como es habitual", recordó, "para intentar tener esa segunda pelota, para que Camuñas intentase definir".

Puñal, Aranda y Camuñas entraron por el medio. Estaban rodeados de especialistas defensivos: Khedira, Lass, Carvalho y Albiol. Pero lograron su objetivo, la victoria.