El 'secreto' de Andy
En su intento de controlarlo todo, rodeado como está de asesores, Andy Murray se presenta al encuentro de semifinales con las botellas de agua llenas de líquidos hidratantes y marcadas con etiquetas: primer set, segundo set..., le pautan las letras el ritmo de consumo. La temperatura es de 15 grados y... bajando. Revolotea el viento, aletean las camisetas de los tenistas. Hay sudaderas en la grada, señoras que utilizan las americanas de sus maridos. ¿Cómo controla eso Murray?
"Fui al partido con raquetas encordadas con dos tensiones diferentes", explicó el británico, que se soplaba y soplaba las manos, frotándose y frotándose luego las palmas, mientras esperaba en un pasillo para entrar en la pista. "A partir del segundo set, cambié a la de mayor tensión, pese a que también aumentaba el frío, porque sentí que así podría pegar más fuerte a la pelota, que me daría ese poquito más de crack. Eso me ayudó". añadió.
"El frío y la noche afectaron al partido totalmente", alegó David Ferrer, que antes de comparecer en la cancha central debió volver al vestuario porque su rival no estaba listo; "la bola se ponía muy pesada. Ahí es cuando más me ha costado. No iba con fuerza. Mis golpes no eran tan ganadores y solo con pelotas nuevas conseguí sacar mejor, pero...".
Pero Ferrer, que será el número seis del mundo a partir del próximo lunes, acabó derrotado y en la caseta, donde su rival se metió primero en un baño de hielo y luego en uno de agua caliente para recuperarse del esfuerzo. Los dos estaban avisados de las peculiares circunstancias de su duelo, que no se repetirán en la final de mañana, cuando se esperan 40 grados en Melbourne. "Jugar aquí de noche es peliagudo porque, según avanza el encuentro y baja la temperatura, la pelota bota mucho menos. Es duro", había advertido Roger Federer.
Por otra parte, Roberto Carballés, el número nueve del mundo júnior, perdió las semifinales del Abierto de Australia de su categoría frente al local Luke Seville por 2-6 y 1-6. Hoy, a las 9.30 (Canal+), la china Na Li y la belga Kim Clijsters se disputarán el título femenino.
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