Los regantes del Júcar acusan al PP de azuzar el choque con Alicante

La política del agua del Consell del PP provoca el enfrentamiento entre regantes. "La Generalitat, en vez de unir a la Comunidad Valenciana, la está desuniendo", denunció ayer el portavoz de los regadíos históricos del Júcar (reunidos en USUJ) y presidente de la comunidad de Sueca, José Fortea, quien reprochó al Consell su apoyo constante a las reivindicaciones de los usuarios del Vinalopó sobre cambios en el trasvase que llevará 80 hectómetros cúbicos anuales a la comarca alicantina. La postura del Consell, según Fortea, alienta el choque entre regantes y convierte a los del Júcar "en valencianos de segunda y a los de Alicante en valencianos de primera".

El malestar viene de lejos. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, junto a dirigentes del PP como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, encabezaron en 2005 una manifestación en Alicante en contra de la decisión del Gobierno de cambiar la toma de agua del trasvase para situarla en el tramo final del Júcar, donde los estudios indican que hay "sobrantes" para transferir. Aquella imagen de apoyo a los regantes alicantinos frente a los del Júcar aún escuece en Valencia. "Fue una barbaridad", recalcó Fortea. El portavoz de USUJ aseguró que "nunca" aceptarán una segunda toma en el Júcar como piden los usuarios del Vinalopó, a los que acusó de "querer hacer negocio con el agua".

USUJ pide a Camps que no ejerza su competencia sobre los ríos valencianos

Fortea también acusó al Consell de discriminarles en las ayudas a cuenta de esta polémica y pidió que no se haga campaña electoral con este asunto: "No le hace falta, el PP puede ganar fácilmente". Del duro alegato de Fortea solo se salvó Camps, al que considera "rodeado de una pandilla de inútiles".

El trasvase Júcar-Vinalopó no es la única preocupación de USUJ, como puso de manifiesto en el mismo encuentro con periodistas el secretario general de la organización, Juan Valero de Palma, quien pidió que se "politice lo menos posible el agua". La paralización del nuevo plan hidrológico del Júcar es "un problema grave", indicó Valero de Palma, ya que el documento está pendiente de que se cumpla una sentencia de 2004 que obliga a la Generalitat a asumir el control de los ríos que solo recorren territorio valenciano. Así lo exige Castilla-La Mancha, que ganaría peso frente a la Comunidad Valenciana en los órganos de gestión del Júcar al desgajarse de la cuenca común las comarcas de las Marinas y L'Alacantí, que quedarían en manos del Consell.

Para USUJ, la solución para desatascar el plan y mantener la primacía en votos (por población y territorio) en la Confederación del Júcar pasaría por cambiar el Estatut d'Autonomia. El texto "obliga" a la Generalitat a ejercer la competencia en sus ríos, y bastaría con dejar la opción abierta. Los regantes han pedido a la Generalitat y a los partidos en las Cortes que debatan la modificación del Estatut para evitar que Castilla-La Mancha insista en reducir la presencia valenciana en el Júcar. No han recibido respuesta.

El propio plan será otro caballo de batalla. USUJ considera que sus necesidades de agua se subestiman al calcular un ahorro por la modernización de regadíos que aún está pendiente en un 60%, principalmente por retrasos de la Generalitat. También exige que se reduzcan las extracciones de pozos en la Mancha Oriental.