Los expertos remiten a la próxima EPA para constatar si la recesión se agudiza

El incremento en Euskadi de la destrucción de empleo y del paro que ha revelado la última encuesta de Población en Relación con la Actividad (PRA) "se debe interpretar con cautela". Es la apreciación que realiza un experto en materia económica, consciente de que el estudio trimestral que elabora el Eustat "acostumbra a ser contradictorio" con otros datos sobre actividad empresarial y mercado de trabajo. A su juicio, "habrá que esperar" hasta el próximo informe de la Encuesta de Población Activa (EPA) que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), previsto para finales de este mes o comienzos de febrero, para ver si sus datos son coincidentes. "De serlo, entonces sí se encendería la luz de alarma y habría que analizar en profundidad el problema", considera.

Los datos de la PRA acostumbran a ser contradictorios con otros indicadores

El Gobierno los cree "incompatibles" con el escenario, pero la duda se impone

Los datos de la última PRA, correspondiente al cuarto trimestre de 2010, desvelaron el pasado jueves la pérdida de 17.900 puestos de trabajo, que elevaron la tasa de paro en la comunidad autónoma hasta el 10%. Cerca de los niveles más graves de la crisis y ligeramente por encima de la media europea, aunque apenas la mitad que la española. Un mazazo, en cualquier caso, que dio al traste con los signos de mejoría que se habían observado a lo largo del año y que desde un primer momento motivó la incredulidad del propio Gobierno vasco, que no dudó en tachar los resultados de "incompatibles" con la evolución económica constatada a través de otros indicadores.

La mayoría de los expertos coinciden en la apreciación del Ejecutivo. Los datos de la encuesta elaborada por el Eustat contrastan con la mejora que en los últimos meses han experimentado los indicadores de actividad económica e incluso con el registro de parados del propio INEM, sensiblemente inferior a los 11.700 nuevos desempleados que refleja la PRA. Incluso las 4.000 bajas objetivas habidas en la Seguridad Social se sitúan muy lejos de esa cifra. No es fácil argumentar las causas. "El problema puede radicar en los criterios metodológicos del estudio, que no son homologables con el del resto de las encuestas sobre población activa", asegura un profesor universitario.

La inscripción en Lanbide que ahora se requiere para recibir la Renta de Garantía de Ingresos no parece una causa válida para justificar el resultado del último balance trimestral de la PRA, ya que el número de parados registrados no alcanza ni la mitad de los que refleja la encuesta. Tampoco la reforma laboral parece aportar un respaldo suficiente, ya que la diferencia entre los puestos de trabajo destruidos y el aumento del número de desempleados que refleja el estudio es demasiado ostensible. Los expertos coinciden en su sorpresa y en que los resultados "son un poco raros".

El estudio del Eustat, sin embargo, ha encendido las luces de alarma en el Gobierno, que ha visto truncadas sus aceptables perspectivas económicas. Su perplejidad incluso ha servido de acicate para la oposición. El propio presidente del PNV, Iñigo Urkullu, acusó anteayer al Ejecutivo de pretender "modificar los sistemas de cálculo estadístico para que los datos se ajusten a sus previsiones". "Es la aplicación de la teoría de la relatividad de Einstein a la estadística y la economía", llegó a señalar el líder jeltzale a través de su blog de Internet.

En Lakua dan por superado el inesperado revés y se remiten a la próxima EPA, más completa y detallada en sus indicadores, para constatar si la tendencia apuntada en la encuesta del Eustat es fiable o se aleja de la realidad. "Dada la contradicción actual con otros datos, no es momento de extraer conclusiones", asegura un especialista en materia laboral. Pero la incertidumbre es considerable, ya que la PRA ha invertido en el último trimestre los buenos registros que había reportado previamente para el resto de 2010. La confirmación de la involución en el estudio del INE marcaría una agudización de la crisis que descolocaría al Ejecutivo.

Por el contrario, si la EPA contradice una vez más el escenario de la PRA, lo que quedaría en entredicho es la utilidad de esta última encuesta. "Igual hay que plantearse si merece la pena seguir realizando un estudio alternativo al estatal, con los recursos económicos que conlleva, si luego sus resultados generan dudas", plantea otro experto, partidario de abrir un debate entre los profesionales sobre esta necesidad. La solución deberá aguardar hasta la publicación de la Encuesta de Población Activa en los próximos días.