Málaga ya multa el sexo en la calle
Las prostitutas se plantean manifestarse para que la policía deje de acosarlas
Las multas por ofrecer o practicar sexo en la calle son ya una realidad en Málaga. En la última semana, la Policía Local ha sancionado hasta en 25 ocasiones a mujeres que ejercían la prostitución a menos de 200 metros de zonas comerciales o residenciales. Estas infracciones, castigadas con hasta 1.500 euros, vienen recogidas en una ordenanza que ha entrado en vigor hace apenas un mes.
Prácticamente todas las multas han recaído sobre mujeres que ejercían en la Alameda de Colón, situada en el centro de la ciudad, y en el Polígono del Guadalhorce, a las afueras. Los agentes también han identificado a algún cliente. Aunque las caras conocidas son siempre las de ellas.
"No paran de dar por saco. Sólo de verlos me da susto. Ni que fuéramos bichos", se queja Andrea. La joven, de origen rumano, hace de portavoz de sus compatriotas. "Antes de sancionarlas hay que advertirles para que desistan", explica el coordinador de Seguridad Florentino Villabona.
El Ayuntamiento malagueño, gobernado por el PP, se ha dado un mes para informar de las sanciones previstas por estos comportamientos, y aunque, el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade, aseguró que no llevarían a cabo redadas policiales ni perseguirían a las mujeres que ejercen la prostitución, ellas no opinan lo mismo.
"Con solo estar de pie, ya te vienen a multar. Nos han dicho que se acabó trabajar en Málaga. Y no me parece correcto, porque nos están asustando", añade Andrea. El concejal precisa que las denuncias se han interpuesto contra mujeres y clientes "reincidentes" y que el Consistorio no ve ningún impedimento en que sigan ejerciendo, si se cumple la ordenanza, y no se afecta a la convivencia ciudadana.
"Por la noche, cuando todas las empresas del polígono están cerradas, no molestamos a nadie", opina Tatiana, portavoz de las mujeres latinas que ofrecen servicios sexuales en esta zona de Málaga. "También hacemos nuestra función, servimos de guardianas, y avisamos si vemos que intentan robar", añade.
Las constantes visitas de los agentes, tanto vestidos de paisano como de uniforme, las están forzando a trasladarse a otro lugar. Varias fuentes coinciden en que, desde principios de año, se ha reducido hasta casi la mitad el número de mujeres que se prostituyen en este polígono. "Nos han propuesto, aunque no sabemos muy bien de quien ha partido, que nos vayamos a un lugar a 500 metros de un centro comercial, en la zona de Arraijanal, pero no está alumbrado", dice Andrea.
Las dos representantes del colectivo son conscientes de que es hora de mudarse. Reclaman, eso sí, que la zona sea segura, o poder negociar con alguien del Ayuntamiento los términos de la marcha. "Ya no sabemos qué hacer, si ir al Ayuntamiento a manifestarnos o acudir a Amnistía Internacional", comenta desesperada Tatiana. "Parece que quieren que hagamos cualquier locura (...) no estamos en esto por gusto, sino porque buscamos trabajo, de lo que sea", añade.
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