Tino Costa ilumina al Valencia
El medio argentino reactiva al final al grupo de Emery ante un rocoso Deportivo
Prudencia, constancia e insistencia, recitó Emery como méritos de su equipo, además del suyo propio, dándole bola a Tino Costa. No pudo ser más oportuna la entrada de Costa, a falta de 25 minutos, para desatascar un partido bloqueado por la pericia defensiva del Deportivo. Justo cuando el conjunto gallego empezaba a estirarse y a acariciar no solo el empate sino tal vez la victoria, la aparición del mediocentro argentino dio al traste con los planes de Lotina. Activó al Valencia, le metió mucho más ritmo y lo catapultó hacia Aranzubia, batido primero por un Mathieu desatado y, ya al final, por Pablo Hernández tras una acción individual de Mata, fugado de dos defensas que lo trababan tras la bendita ley de la ventaja otorgada por el árbitro.
VALENCIA 2 - DEPORTIVO 0
Valencia: Guaita; Miguel, Stankevicius, Dealbert, Mathieu; Maduro (Tino Costa, m. 67), Banega (Topal, m. 76); Pablo Hernández, Mata, Vicente (Jordi Alba, m. 88); y Soldado. No utilizados: Saúl; Bruno y Domínguez.
Deportivo: Aranzubia; Laure, Lopo, Aythami, Colotto, Manuel Pablo; Antonio Tomás, Juan Domínguez (Juca, m. 83), Juan Rodríguez (Pablo Álvarez, m. 86), Lassad (Valerón, m. 79); y Adrián. No utilizados: Manu; Rindaroy, Desmarets y Zé Castro.
Goles: 1-0. M. 78. Mathieu. 2-0. M. 92. Pablo Hernández.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Maduro, Pablo Hernández, Vicente, Aythami y Laure.
Unos 40.000 espectadores en Mestalla.
Tras el gol de Mathieu, Mata sirvió a Pablo para redondear la cuarta victoria seguida
Emery ha encontrado solidez en gente con la que apenas contaba al principio de curso: el portero Guaita y los centrales Dealbert y Stankevicius, rozando ayer la perfección. El Depor siguió el plan de dormir el encuentro hasta que se vio por detrás y apeló sin éxito a la magia de Valerón y a la subida al ataque de Lopo, chocando con la concentración de la zaga valencianista.
Dos palomas blancas se posaron a comer tan tranquilas en el área de Aranzubia, convertido en el primer tiempo en un espectador más gracias a su numerosa y sincronizada defensa. Ante una retaguardia de tres centrales, tan hermética como se suponía, el Valencia se empeñó en atacar siguiendo la ley del embudo, sin encontrar aire por las alas. A pesar de que Banega le dio mucho más lustre al juego combinativo.
La segunda parte la despertó Guaita con un paradón a Lassad: disparo potente, cruzado y muy abajo salvado por la mano derecha del portero valenciano, que apunta como una de las revelaciones de la Liga. El partido comenzó a romperse y el Depor a creer que también podía ganar, dejando a su vez más desprotegido a Aranzubia. El cuadro de Lotina se fue animando y Adrián se convirtió en una amenaza cada vez más presente para Guaita.
Emery rescató del banquillo a Tino Costa y el Valencia lo agradeció de inmediato. El argentino inyectó intensidad, tanto defensiva como atacante. Y uno de sus balones en profundidad fue el que descerrajó el encuentro. Un toque picado hacia la poderosa entrada de Vicente y Mathieu por el extremo izquierdo. El francés ganó la posición y empalmó cruzado a media altura, lejos del cuerpo interpuesto de Aranzubia. Los dos, Mathieu y Vicente, conformaron una persistente banda izquierda, percutiendo una y otra vez hasta encontrar el camino despejado. Después de tantísimos vaivenes en su carrera, el extremo valenciano se marchó de Mestalla con una merecidísima ovación. Y ahora que termina contrato, al club se le plantea el dilema de si apostar o no por su eterno retorno.
En busca del pase decisivo, Lotina se acordó de Valerón mientras Lopo se ubicó de delantero centro. Y a punto estuvo otro de los centrales, Colotto, de empatar a escasos segundos del final, en un balón muerto en el área. Pero faltaba la gran jugada que Mata firma cada partido, yéndose de dos defensas que lo agarraban junto a la línea lateral. Y asistiendo para que su amigo Pablo redondeara, tras sortear a Aranzubia, la cuarta victoria consecutiva del Valencia. Con prudencia, constancia e insistencia.
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