De vendedor de armas a dramaturgo

Es la última semana para poder ver Beaumarchais, de Sacha Guitry, en el Teatro Español. Es como si se fuera a ver uno de los montajes estrella de finales del siglo XX de la Comedie Française, de la Royal Shakespeare o del Piccolo de Milán, pero en español y con uno de nuestros actores más excepcionales: Josep Maria Flotats.

A la excelencia escénica del autor y del actor, hay que añadir el vestuario de la oscarizada Franca Scuarcciapino, la escenografía del exquisito Ezio Frigerio y la iluminación de Vinicio Cheli. Todos, junto con otros 30 actores, entre los que destacan María Adánez, Raúl Arévalo, Pedro Casablanc, Constantino Romero y Carmen Conesa, participan en esta inteligente comedia en la que además de disfrutar de gran teatro, se aprende historia desde un prisma muy curioso.

Sacha Guitry aporta esta biografía de Pierre-Agustin Carón (su conocido nombre lo toma de una de sus esposas), uno de los personajes más curiosos de esa Europa convulsa de antes, durante y después de la Revolución Francesa. Astuto, inteligente e ingenioso, influyó en asuntos que a priori no se pueden imaginar si no se conoce en profundidad la trayectoria de este hombre que a lo largo de su vida fue relojero, inventor, escritor, dramaturgo, editor, músico, político, negociante, espía, armador de barcos y vendedor de armas.