La decisión de Cani
Un gol marcado por el aragonés con un disparo desde 55 metros da brillo a la victoria del Villarreal sobre Osasuna
De vez en cuando, en el fútbol ocurren acciones espectaculares que justifican la pasión por un deporte demasiadas veces reducido a la nada, privado de imaginación, compromiso ético y estético. Para sorpresa de propios y extraños, a Cani se le ocurrió golpear a gol desde unos 55 metros un balón que le llegó encontrándose en la línea del centro del campo y escorado a la derecha. Una obra de arte para recordar y que allanó el camino al Villarreal tras haber empatado Osasuna al inicio del segundo acto. Justo de físico, el equipo de Garrido, menos retórico que de costumbre, terminó ganando por su mejor relación con el gol que Osasuna y firmó una primera vuelta de lujo.
Consciente de las características técnicas del rival, Osasuna planteó un partido serio, intentando anular las asociaciones de los amarillos, efectuando una presión adelantada ante un Villarreal que imita el formato del Barça y en el que hasta a Diego López se le exige habilidad con los pies, ya que el guión aconseja que el esférico circule a ras de suelo, que cualquier acción tenga sentido ofensivo, aunque ello produzca más de un sobresalto. Se lo llevó el Villarreal en el primer minuto tras un robo de Osasuna que cayó a pies de Camuñas, cuyo centro fue a parar a Bruno.
VILLARREAL 4 - OSASUNA 2
Villarreal: Diego López; Mario, Gonzalo, Musacchio, Capdevila; Borja Valero (Cristóbal, m. 86), Matilla (Joan Oriol, m. 75), Bruno, Cani (Cicinho, m. 81); Rossi y Marco Ruben. No utilizados: Oliva; Catalá, Jefferson Montero y Altidore.
Osasuna: Ricardo; Nelson, Miguel Flaño, Sergio, Oier; Lolo; Damià (Calleja, m. 65), Vadócz, Soriano (Annunziata, m. 82), Camuñas; y Aranda (Leka, m. 76). No utilizados: Riesgo; Josetxo, Timor y Kike Sola.
Goles: 1-0. M. 21. M. Ruben. 1-1. M. 47. Vadócz. 2-1. M. 49. Cani. 3-1. M. 65. Capdevila. 3-2. M. 70. Calleja. 4-2. M. 83. Gonzalo.
Árbitro: Rubinos Pérez. Amonestó a Sergio, Oier y Marco Ruben.
Unos 18.000 espectadores en El Madrigal.
Aunque justo de físico, el conjunto amarillo firma una primera vuelta de lujo
Apuntaba bien el inicio para el cuadro navarro ante la falta de finura del Villarreal, más lento y previsible de lo habitual. En los primeros instantes Osasuna se sintió cómodo sin más, convencido de que con contener a los amarillos cumplía con el plan. Pero el Villarreal fue ganando terreno y tacto con el paso del tiempo. Llegado el minuto 21, consiguió abrir el marcador en una jugada de Borja Valero, que contó con todo el margen del mundo para ver adónde dirigir el balón. Lo mandó a la cabeza de Marco Ruben, que embocó a gol.
Encontró Osasuna la respuesta nada más salir del vestuario en un saque de esquina que Vadócz cabeceó a la red. Pero, terminados los abrazos, los rojillos asistieron perplejos a la ocurrencia de Cani. El aragonés, viendo adelantado a Ricardo, disparó a gol con una precisión de ingeniería. Una diagonal de unos 55 metros para enmarcar, como la primera parte de campeonato cuajada por el Villarreal.
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