Trias acusa a los socialistas de ir a unas primarias para salvar la 'silla'

El azar -o no- tiene estas cosas. Xavier Trias, alcaldable por CiU de Barcelona, llevaba días preparando su precampaña para las municipales y eligió ayer para dictar una conferencia en el Auditorio de la ONCE. Y justo horas antes la ex consejera socialista Montserrat Tura acaparaba los focos al forzar unas primarias ante el alcalde Jordi Hereu. Con ese telón de fondo, Trias tachó de "espectáculo" el enfrentamiento entre Tura y Hereu. "Han perdido el norte, utilizan el Ayuntamiento para solucionar los problemas de partido, invierten solo sus energías para salvar su silla y no gestionar los problemas de la ciudad", afirmó tras definir la situación como "un disparate" que culmina un Ayuntamiento sin liderazgo ni lealtad entre sus socios.

Mas y siete de sus consejeros asistieron a la conferencia en la sede de la ONCE

Como suele hacer cada año, Trias pronunció una charla para repasar el curso, aunque esta tuvo un aroma especial. Faltan solo cuatro meses para las elecciones y CiU no quiere bajar de la ola que le permitió barrer en las autonómicas. Todas las encuestas apuntan a que CiU, por primera vez en 32 años, tiene a su alcance conquistar Barcelona. Y van a por ella. La plana mayor de la federación escenificó su apoyo absoluto a Trias. No faltó el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ni el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ni el ex presidente Jordi Pujol. Y de 11 consejeros del Gobierno, solo faltaron cuatro: Lluís Recoder, Irene Rigau, Josep Maria Pelegrí y Ferran Mascarell, que fue al estreno del Teatre Lliure y evitó el morbo de la foto.

Ante unas 600 personas -se habilitaron dos salas en un piso superior-, Mas abrió el acto asegurando que en Barcelona soplan "aires de cambio" igual que sucedió en Cataluña. "Trias es un candidato no discutido y tiene nuestra plena confianza", recordó Mas, en un mensaje a sus rivales. "Y no me permito más licencia que esta".

Durante una hora y bajo el lema el cambio en positivo, Trias explicó su proyecto y lamentó que Barcelona viva en una paradoja: ser una ciudad con personalidad, prestigio y referente internacional pero con unos ciudadanos que se sienten decepcionados. Tras subrayar que ya queda lejos la "ilusión" del 92, el convergente acusó a los socialistas de fomentar el "falso progresismo" con eventos como, por ejemplo, el Fórum de las Culturas. "Necesitamos nuevos revulsivos", señaló. En su lista de quejas incluyó algunas decisiones del mandato de Hereu: gastarse tres millones en la consulta de la Diagonal; otros cinco en el zoo marino; los Juegos Olímpicos de Invierno o querer instalar un monumento gay ante la Sagrada Familia.

La prioridad de Trias será el paro (afecta a 100.000 barceloneses), la educación, la moderación fiscal y la fórmula del concierto. Quiere un Ayuntamiento ágil, transparente y sin "vicios". Las líneas maestras de su programa son calcadas a las de Mas. Tanto es así que su hoja de ruta será el diálogo y el pacto aprovechando también, si es necesario, a los mejores "valores" de la oposición. "Como es el deber de un alcalde", acabó.