Los furtivos de las marismas

Tres cazadores furtivos que se servían de perros peligrosos para cobrarse las piezas fueron detenidos en la madrugada del martes por agentes de la Guardia Civil dentro del Espacio Natural de Doñana, concretamente en el término municipal de Hinojos (Huelva). Según informó ayer la Guardia Civil, los cazadores fueron sorprendidos tras matar "de forma salvaje" a varios jabalíes, entre ellos una hembra preñada. Los cazadores sin licencia iban acompañados de al menos cuatro perros de razas potencialmente peligrosas.

Ninguno de los canes -dos pitbulls, un perro de presa canario y un bull terrier- poseía identificación ni tarjeta sanitaria. "Este tipo de cazadores los suelen abandonar en el campo una vez finalizada la temporada de caza o si son sorprendidos por los agentes. Una vez abandonados, los perros se vuelven salvajes y pueden atacar a animales protegidos, como el lince ibérico, e incluso a las personas", subrayó la Guardia Civil.

Los detenidos, F. V. M., de 53 años, J. J. S. L., de 21, ambos de Almonte, y P. J. S. L. de 22 años y vecino de El Rocío, están acusados de un delito contra la flora y fauna silvestre, con el agravante de haberlo cometido en una zona protegida. También se enfrentan a una posible sanción administrativa por no tener a los animales dados de alta.

A las 2.30 del martes, los agentes localizaron a los tres furtivos con mochilas y restos de un jabalí decapitado. Aunque trataron de huir a pie, al poco tiempo, fueron alcanzados. En el rastreo posterior de la zona se halló el cadáver de otro jabalí descuartizado. El caso está en manos del juzgado de guardia de La Palma del Condado.

Según la Guardia Civil, cada vez aparecen más cazadores ilegales que venden la carne del venado o de los jabalíes "a buen precio" en el mercado negro. En ocasiones, los cazadores cruzan a los perros para conseguir razas más efectivas para el rececho: "Y si algún día son sorprendidos en el campo, los sueltan. En este caso, los cogimos antes de que lo hicieran".