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Entrevista:DESAYUNO CON... LUIS URZÚA

"Antes de caerse la mina, escasamente conocía mi pueblo"

La imagen del rescate de Luis Urzúa Iribarren, 54 años, dio la vuelta al mundo. Don Lucho fue el último de los 33 mineros chilenos en salir a la superficie el 13 de octubre, tras 69 días sepultados a 680 metros de profundidad, como consecuencia de un derrumbe en la mina de cobre y oro de San José, en Copiapó, al norte del país. Una odisea como la de aquellos hombres puede cambiar la vida a cualquiera. "A lo mejor ha terminado el ciclo de mi trabajo de minero y estoy empezando una nueva etapa", dice Urzúa, sentado en la cafetería de un céntrico hotel de Lisboa, a punto de comenzar el desayuno con un jugo de tomate.

La nueva etapa le ha llevado, en menos de dos meses, a Estados Unidos, China y Portugal, donde la empresa Sota Art le organizó la agenda. Colgó el mono de minero y está dispuesto a recorrer el mundo para contar su experiencia. Antes del accidente, no había salido de Chile. "Escasitamente conocía Copiapó", su ciudad natal, de 130.000 habitantes.

El jefe de turno de los 33 chilenos atrapados deja atrás su etapa de minero

Don Lucho, así le llaman en la mina, era el jefe de turno cuando los 33 mineros quedaron atrapados bajo un diluvio de piedras. Los técnicos de la NASA que colaboraron en el rescate le definieron como un líder natural. "Para mí, ser líder significa estar siempre a la altura de los demás, tratar de comprender a los otros, sin sentirse superior. Lo primero que dije a los compañeros cuando se produjo el derrumbe fue aquí ya no hay jefe de turno, aquí todos somos iguales y todos nos vamos a respetar y ayudar". Urzúa ha pasado por todos los escalones del oficio en sus 31 años de minero, 15 como topógrafo, y llevaba tres meses en el cargo de jefe de turno en San José.

Han sido días de intensa actividad en Portugal, donde ha hablado de liderazgo ante los empleados de una empresa cervecera, ha tenido un almuerzo con el embajador de Chile, ha asistido a un partido de fútbol en el campo del Benfica, y tiene previsto acercarse al santuario de Fátima, tras haber visitado algunas escuelas, donde los niños preguntaban más que los periodistas. "Quedé impresionado, todos levantaban la mano. Qué comíamos, cómo nos bañábamos, si echábamos de menos a la familia...", dice, mientras apura los huevos fritos con tocino. Le espera una ración de champiñones.

Urzúa veía muy difícil el rescate. "Era posible técnicamente, pero demoraría tanto tiempo que no había garantía de que pudiéramos resistir". ¿Fue un milagro? Quién sabe. "Yo digo que en realidad éramos 34, porque el que estuvo siempre con nosotros fue Dios, que es el minero 34".

No le quedan ganas a don Lucho de volver a la mina, tampoco parece que vaya a necesitarlo. Le llueven las propuestas. Los proyectos se multiplican, y también las ofertas de productoras chilenas y extranjeras para una película. "Tenemos que estudiarlo y ver lo que nos conviene". De momento, su esposa hace de agente. Recibe las ofertas "y aprieta". Viajaba en autobús cuando se enteró por la radio del accidente. La empresa no avisó a nadie y ella se fue derecha a la mina. "Las mujeres tuvieron mucho que ver con el éxito del rescate. Fueron la parte más importante de esta historia", recuerda. La mina está cerrada. De momento, hay una investigación en curso sobre las causas del derrumbe. "Hay muchas hipótesis. Lo que sí puedo decirle es que se cayó, y es muy raro que una mina se caiga".

A Urzúa le llueven los proyectos, también para hacer películas.
A Urzúa le llueven los proyectos, también para hacer películas.F. SECO

Hotel Real Palácio. Lisboa

- Huevos fritos con tocino.

- Champiñones.

- Bollería.

- Zumos de tomate y naranja.

- Cafés.

Total dos desayunos: 32 euros.

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