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El Sindicato Labrego prevé una caída de las cotizaciones por la reforma de pensiones

Pablo Linde

La reforma del sistema de pensiones tendrá un efecto especialmente perverso en el campo, según el Sindicato Labrego Galego (SLG). "Muchos agricultores se darán de baja de la Seguridad Social porque no llegarán al número mínimo de años cotizados para recibir una prestación", alertó ayer Carme Freire, su secretaria general. Es una de las razones por las que el sindicato ha solicitado una reunión con la CIG para sumarse a la convocatoria de huelga general en Galicia el próximo 27 de enero.

Hay dos características del trabajo en el campo que lo hace especialmente vulnerable a la reforma que plantea el Gobierno de España, en opinión del SLG. Una es la física. "Tenemos que afrontar en ocasiones unas condiciones penosas para poder jubilarnos incluso a los 65 años", expuso Freire, que hizo ver que dos años más serían especialmente lesivos para los agricultores.

Freire: "A muchos agricultores no les merecerá la pena cotizar"

La segunda es la económica. "Esos dos años añadidos como autónomos suponen unos 10.000 euros más para unos trabajadores que en ocasiones no pueden casi ni asumir los costes de la producción", relató la secretaria general de SLG.

Si además se aumenta el tiempo necesario de cotización para recibir una prestación -ahora son 15 años-, esto hará que a muchos agricultores no les dé tiempo a trabajar lo suficiente. Algunos de ellos, según Freire, se afilian cuando llegan a los 50 para poder jubilarse a los 65. "Si ponen como requisito estar 20, 25 o 30 años cotizando para acceder a la prestación, estos trabajadores no la lograrán y preferirán dejar de pagar la Seguridad Social ya", argumentó.

La reforma se suma a las condiciones ya por sí complicadas que tienen los agricultores. "Con la subida de precios de carburantes, piensos, abonos, muchos ya se plantean dejar de pagar sus cuotas de autónomos, que es el único gasto del que pueden prescindir para continuar".

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La situación es más gravosa para las mujeres. Freire puso el ejemplo de una pequeña explotación cultivada por un matrimonio: "Si estaban cotizando los dos y uno deja de hacerlo, será siempre la mujer. Todavía tenemos la sociedad que tenemos".

Pero los responsables del Sindicato Labrego piensan que todavía se puede parar esta reforma. Por eso quieren ser parte convocante de la huelga general liderada por la CIG. "No podemos permitir que nos echen encima todos los costes de quienes provocaron la crisis. Quieren abocarnos a pagar seguros privados", aseguró Freire. En su opinión, la reforma que propone el Gobierno ahonda en la limitación de derechos, que llega a amenazar el de "una vida digna" para los trabajadores del campo. Su propuesta: "Cotización por tramos y derechos universales".

"Nos tenemos que dar cuenta de que están acabando con un sector fundamental para nuestro país. El campo no es un sector cualquiera, es del que dependemos como pueblo", aseguró. Por eso llamó a movilizarse en contra de una reforma de pensiones que lo amenaza.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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