400 kilómetros a ciegas por Atacama
Jordi Viladoms, ex 'mochilero' de Marc Coma, terminó la etapa del lunes sin GPS ni ninguna señal de navegación - Nani Roma abandona tras romper el diferencial de su Nissan
Imagínese perdido por el desierto, bajo un sol abrasador, a lomos de una moto medio destrozada, tras haberse levantado a las cuatro de la mañana. Sin rumbo fijo. Con destino, pero sin camino que seguir. Jordi Viladoms (Igualada, Barcelona; 31 años), ex mochilero de Marc Coma, se quedó el lunes sin GPS, sin cuentakilómetros, sin Iritrack (el sistema que permite a la organización conocer los movimientos de cada piloto), sin el libro de ruta ni ninguna señal de navegación. Rodó casi 400 kilómetros así, a ciegas, por las dunas del desierto de Atacama. "Así, siguiendo las marcas de las ruedas de los demás. Y con mucho cuidado de no pasarme ningún punto de paso obligado", explicaba tras su llegada al campamento.
El motociclista se orientó siguiendo las marcas de las ruedas de los demás
Además de quedarse sin la pieza del frontal de su Yamaha que sustenta todos los sistemas electrónicos que permiten la navegación fuera de pistas y caminos, Viladoms también se quedó sin gasolina a falta de poco más de un kilómetro para alcanzar el vivaque. Tuvo que remolcarlo otro participante, el generoso Antonio Gimeno, que tiró de él con una cuerda para que pudiera pasar la meta. El motociclista de Igualada la pasó. Pero no fue capaz de llegar por su propio pie a la carpa de su equipo. Estaba desfondado, sin energía, deshidratado.
Fue el mismo Gimeno el que llegó a la carpa de Yamaha y se montó a uno de sus mecánicos en su Aprilia para que pudiera llevar la moto del catalán, que ya no podía con su alma. La etapa le había costado 8 horas y 21 minutos. Terminó en la 56ª posición. Cayó a la 14ª plaza en la general. Por la noche en Yamaha se dieron cuenta de que la pieza del frontal, hecha de aluminio, estaba defectuosa. A Viladoms se le rompió por el simple traqueteo en aquel terreno antipático, a los 100 kilómetros de la salida. Además, su compañero David Barrot, que le marcaba el camino, tropezó con una piedra y terminó en el hospital. "Ha acabado de matarme el quedarme sin gasolina, debo haber tenido también una fuga. Ahora mismo no sé ni dónde estoy, pero al menos he llegado", decía tras visitar los servicios médicos. Tratamiento: descanso, mucha hidratación y muy buena alimentación. Eso hizo. Y ayer ya estaba como un toro.
Tanto que Viladoms terminó quinto y recuperó dos puestos en la general. El español llegó a rodar en cabeza, abriendo paso, beneficiado por el error que cometió el primer grupo, donde marchaban los diez mejor clasificados, entre ellos Marc Coma o Cyril Despres, que equivocaron el camino y fueron en mala dirección durante unos tres kilómetros. Pero una piedra en su camino le recordó que la suerte es caprichosa. Cayó. Se dio un buen golpe en la cadera. Y por la tarde andaba algo cojo. Pero era feliz.
Cuando terminó el Dakar de 2010 Viladoms decidió que no quería ser más el mochilero de Coma. Llevaba cinco años siendo su escudero. "Después de cinco años sacrificándose por mí es totalmente normal que quisiera buscar otro tipo de proyecto", dice el líder del Dakar en la división de motos, ganador de las ediciones de 2006 y 2009 con el apoyo de su colega. "Ahora tengo que controlar otras cosas que hasta ahora no controlaba. Antes, Marc era quien marcaba la pauta. Aquí, cada piloto va un poco más por libre y cada uno se tiene que preocupar por la estrategia a tomar", explica Viladoms, que sueña con llegar a Buenos Aires entre los diez primeros. No lo hará Nani Roma, que abandonó tras romper el diferencial de su Nissan.
Coches. Novena etapa: 1. C. Sainz, 2h 14m 39s. 2. N. Al-Attiyah, a 1m 56s. 3. G. De Villiers, a 9m 2s. General: 1. N. Al-Attiyah, 30h 55m 19s. 2. C. Sainz, a 3m 18s. 3. G. De Villiers, 55m 51s.
Motos. Novena etapa: 1. J. Street, 3h 6m 56s. 2. F. Verhoeven, a 3m 38s. 3. D. Casteu, a 3m 40s. General: 1. M. Coma, 35h 32m 56s. 2. C. Despres, a 8m 14s. 3. F. López, a 23m 33s.
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