Juanito Navarro, obrero de la comedia
Con sus interpretaciones hizo reír durante 62 años de trabajo en papeles para la televisión, el cine, el teatro y la revista de variedades, donde formó pareja imprescindible con Lina Morgan
La comedia española perdió ayer a uno de sus más longevos miembros, y el Real Madrid a uno de sus socios más veteranos, en concreto el número 36. Juan Navarros Rubinos, o más popularmente Juanito Navarro, falleció ayer por la mañana en Madrid tras un paro cardíaco, a los 86 años. Navarro había asistido el domingo por la tarde, en el palco del Bernabéu, a la victoria de su amado Madrid ante el Villarreal. "Estuve hablando ayer con él y estuvo tan simpático como siempre", comentaba Jorge Valdano, director general del Real Madrid. Navarro era socio del club desde enero de 1939 y fue dos veces candidato a la presidencia, en 1991 y en 1995.
Sin embargo, el madrileño y madridista no será tanto recordado por su afición al fútbol como por su trabajo en el teatro y el cine. Como decía también en el tanatorio Alex de la Iglesia, director de la Academia del Cine: "Debemos a Juanito muchos buenos ratos". Allí se juntaron compañeros como Andrés Pajares, Santiago Segura, Raúl Sender, Álvaro de Luna, Lina Morgan -que recordó sus años como "amigo y compañero"-, Kiti Manver -que le definió como un "obrero del teatro"-, Rosa Valenty, Quique Camoiras ("Hemos sido amigos durante más de sesenta años") o Paloma Cela, que reivindicó lo injusto que es que su capilla ardiente no estuviera en el teatro Español: "Para unos sí y para otros no".
Era el socio 36 del Real Madrid y se presentó dos veces a la presidencia
Santiago Segura lo llamó para 'Torrente IV', el primero en 3D
Efectivamente, durante 62 años, Navarro trabajó sin descanso en papeles cómicos tanto en el teatro como en la televisión y en el cine. Nacido en julio de 1924, el actor estudió Ingeniería Aeronáutica, aunque con 21 años, en 1945, se pasó al teatro. Allí realizó comedias y zarzuelas, indistintamente, como La blanca doble, La chispa de la vida o A por todas. A inicios de los cincuenta pasó a actuar en la compañía del teatro de La Latina y en 1952 se incorporó a la compañía del maestro Cabrera, con la que intervino en Pan, amor y... postre o Lo tomas o lo dejas, hasta que seis años más tarde formó su propia Compañía de Comedias. Fueron temporadas de inmensos éxitos, de récords de taquilla bien con su compañía, bien trabajando para, por ejemplo, la troupe de Ramón Clemente y Muñoz Román: con ellos, en 1960, representó Un matraco en Nueva York, en la que coincidió por primera vez con una actriz que había empezado poco antes: Lina Morgan. Con su Compañía de Comedias batió récords en el teatro Alcázar, donde llenó durante cuatro temporadas (dos años). En 1962, Tony Leblanc montó su propia compañía de revista y fichó a los más grandes, creando una supercompañía con la vedette Addy Ventura, Antonio Casal, Manolito Díaz y, cómo no, Juanito Navarro.
Desde 1965 a 1972, Juanito Navarro y Lina Morgan formaron una pareja imbatible: durante seis meses al año actuaron en el teatro La Latina, que entonces regentaba Matías Colsada (el gran empresario de la revista esos años) y los otros seis se iban de gira por provincias, con títulos como Dos maridos para mí, ...Y parecía tonta, La rompeplatos, La chica del barrio, ¡Qué vista tiene Calixta!... Con Lina Morgan también debutó en televisión en 1965, en Noche del sábado: con ella participó en diversos programas de tele, de radio e incluso grabaron varios discos, aunque nunca coincidieron en el cine. Ganaban hasta 2.000 pesetas diarias, en un momento en que los actores cobraban cuatro veces menos. La ruptura de Morgan y Navarro, traumática, se debió a que Colsada decidió prescindir de la vedette cómica y él se quedó en el teatro. Años después se reconciliaron.
Los setenta no bajaron la popularidad de Navarro. En teatro, bien con vedettes como Bibi Andersen o cómicos como Simón Cabido -con el que formó el dúo Doña Cocleta y don Ciruelo, que también triunfó en televisión en 300 millones y 625 líneas-, en televisión en una decena de Estudio 1 y en cine en películas como Relaciones casi públicas, Las Leandras, A la legión le gustan las mujeres, a las mujeres les gusta la legión, La mujer es un buen negocio... No descansaba y descubrió otro filón de humor cuando se juntó a Antonio Ozores en el espectáculo Reír más es imposible y en la televisión en el Un, dos, tres... Cuando comenzó Telecinco, la cadena le contrató junto a Simón Cabildo y a Rafaela Aparicio para Entre platos anda el juego. En la gran pantalla le llegaban pequeños papeles para los filmes de Mariano Ozores, que le unió a Andrés Pajares, Fernando Esteso y Antonio Ozores con El erótico enmascarado, Qué gozada de divorcio, Los autonómicos, Cristobal Colón, de oficio descubridor, Juana la Loca... de vez en cuando, Al este del oeste, Qué tía la CIA o Agítese antes de usarla.
En los últimos años, el cómico de los sempiternos tirantes siguió en el teatro, apareció en Torrente II: misión en Marbella. Hace cuatro meses participó en Nos veremos en el infierno, un thriller aún pendiente de estreno, en el que encarna a un psiquiatra que intenta evitar la excarcelación de un asesino en serie. Sin intención de jubilarse, Navarro se planteaba la posibilidad de volver a juntarse con Lina Morgan en el teatro. Santiago Segura confirmó ayer que Navarro también aparece en el próximo Torrente IV, el que lleva al detective madrileño a las tres dimensiones.
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