Cotino fija un plazo de un año para resolver el problema de la basura

Su objetivo era hablar de agua y agitar una de las banderas que más réditos electorales le da al PP. El vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, convocó a los regantes de Alicante, y a la cita, y a última hora, se incorporó también el presidente Francisco Camps, que evitó atender a los medios de comunicación.

Cotino, al final de la reunión, habló de agua pero también se vio obligado a contestar a unas preguntas sobre el polémico transporte de basuras desde varios pueblos de Castellón hasta la planta de Xixona (Alicante). Un traslado que podría ser efectivo a partir de la próxima semana. El consejero de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda evitó la polémica y se limitó a mostrar su confianza de que "en el plazo máximo de un año" el problema del traslado de residuos esté "resuelto". Y para ello confió en el desarrollo completo del programa de plantas de desarrollo. Cotino recordó que la Generalitat "no pretende trasladar basuras de una zona a otra" y que si lo hace es por necesidad. Sobre la reunión anunciada a principios de diciembre entre el Consell, los empresarios y el Ayuntamiento de Xixona para intentar buscar una solución, Cotino confirmó que todavía no hay una fecha fijada.

El alcalde socialista de Xixona, Ferran Verdú, confesó no tener noticias sobre el día en el que empezaran a llegar los residuos de Castellón. El alcalde insistió en que no permitirá que "se supere la capacidad de la planta", de 150.000 toneladas anuales. El año 2010 cerró con una recepción de 100.000 toneladas, pero en 2007 rondaron las 300.000. "Me preocupa el medio y largo plazo, por eso es necesario buscar una solución de consenso", dijo el alcalde.

Al margen de la basura, el motivo de la reunión ayer en Alicante con decenas de representantes de los regantes fue preparar una cumbre que reunirá a expertos en materia hídrica y que se celebrará a finales del mes de febrero en la Institución Ferial Alicantina (IFA). Sobre la mesa se abordará "el déficit" de agua que lastran la economía de las comarcas alicantinas y la "mala calidad" de este agua.

Cotino resumió, al final de la reunión, que estuvieron "compartiendo y viendo cuáles son las realidades actuales y futuras" con respecto al tema del agua en Alicante. El consejero "deseó" que en el nuevo año continúe lloviendo en la provincia, ya que según dijo es La "única agua que ha recibido Alicante" desde que gobierna el PSOE.

Por su parte, el presidente del Instituto de Estudios Económicos de la provincia de Alicante (INECA), Joaquín Rocamora, explicó que en la reunión se habló de qué cantidad de agua tiene Alicante, de dónde procede, cuál es su calidad y cuál es su precio. Y recordó que "se está pagando parte del agua cinco veces más cara", como consecuencia del coste del agua desalada, dijo Rocamora, quien se preguntó por qué todos los españoles pagan el mismo precio por un kilovatio de electricidad y sin embargo los alicantinos "están castigados" a pagar más por el agua que consumen.

Otro de los asistentes a la reunión, el presidente de la Junta Central de Usuarios del trasvase Júcar-Vinalopó, Andrés Martínez, destacó el "tremendo potencial" de la provincia de Alicante y la "unión" de todos los alicantinos en la "demanda de ese bien", el agua. Martínez abogó por "una política que genere igualdad entre los territorios" y consideró que las cuencas españolas deben estar "intercomunicadas" dado que "no tienen que ser un bien privativo de un territorio concreto".

Martínez estimó que el déficit de la cuenca del río Segura es de unos 700 hectómetros cúbicos y recordó que el principal problema del agua del Júcar-Vinalopó es su "mala calidad".