_
_
_
_
_
Reportaje:

El legado de un jurista global

Alicante inaugura el año del historiador Rafael Altamira con unas conferencias en la Sede y un portal virtual con todo su material

El legado del historiador y jurista Rafael Altamira, miles de documentos personales, informes, escritos o reflexiones, así como parte de su biblioteca, saltará de las vitrinas y estanterías del Instituto Jorge Juan de Alicante, donde fueron depositados tras su muerte, a la red internet para consultarlos libremente en cualquier rincón del mundo.

La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante inaugurara en febrero un portal monográfico con el legado de Rafael Altamira (Alicante, 1866-México, 1951). "Su obra despierta un gran interés en todo el mundo, muchos investigadores están esperando para poder consultar todo este material", aseguró ayer Pilar Altamira, nieta de este humanista que nació en Alicante, estudió en Valencia, se relacionó con krausistas como Giner de los Ríos, impartió clases en la Institución Libre de Enseñanza, hasta convertirse en un juez de prestigio internacional.

Altamira redactó los estatutos del tribunal de La Haya
"Estamos en deuda con él y con su obra", asegura su nieta

En 2011, se conmemora el centenario del nombramiento de Altamira como Hijo Predilecto de Alicante, y se cumplen 60 años de su muerte. "Estábamos en deuda con él y con su obra, es justo reivindicar su nombre a nivel nacional", aseguró su nieta, que ha logrado implicar a las diferentes administraciones para celebrar el Año Altamira. El rey Juan Carlos ha aceptado la presidencia de honor de la junta rectora que se encargará de coordinar los actos previstos, y que arrancan el próximo lunes con un ciclo de conferencia en la Sede de la Universidad de Alicante.

Durante una semana, el historiador Francisco Moreno, la hispanista Eva Valero, el catedrático en Derecho Internacional Público Jaime Ferrer y el catedrático de Historia Contemporánea Juan Sisinio desvelarán algunos aspectos de la vida y obra de Altamira. Su nieta, Pilar, destacó su faceta como historiador pero en especial la de jurista, porque "fue un alicantino", recordó, quien constituyó la Sociedad de Naciones, germen del Tribunal de Derechos Humanos de La Haya, cuyos primeros estatutos redactó. Durante 14 años fue juez permanente en La Haya y realizó destacadas aportaciones al derecho indiano. Altamira, por la invasión nazi en Europa, abandonó La Haya, se refugió en París, y luego en Portugal, y en 1944 se exilió a México. Los documentos, depositados en Alicante, y que fueron catalogados y microfilmados por la Generalitat, proceden precisamente de su etapa del exilio. Pilar Altamira estima que el legado de su abuelo son más de 12.000 documentos, aunque se perdieron muchos en la Guerra Civil, como fueron las bibliotecas de El Campello o Madrid. Sin embargo, la Residencia de Estudiantes, la Universidad de Oviedo, el Tribunal de La Haya y el Instituto Jorge Juan de Alicante custodian todo lo que, por suerte, se pudo salvar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Rafael Altamira.
Rafael Altamira.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_