Colores histéricos y más colecciones en la Red

Hay que agradecer a la moda que sea caprichosa, volátil e imprevisible. Eso la hace más divertida. Seis meses antes de que la ropa llegue a la calle, los diseñadores ponen a prueba sus dotes adivinatorias. ¿Qué querrá la gente mañana? Las tendencias, acaso cartas marcadas, están ya sobre la mesa. Queda por ver quién se llevará la mano, pero hay anotaciones comunes que marcarán la agenda en 2011.

- Actualizar estado. El abrazo a la tecnología del año pasado no tiene pinta de aflojar. Asumida la necesidad de despachar y existir en Internet, la industria se plantea nuevos retos. Por ejemplo, vender a través de las redes. Aunque más espinoso es cómo vencer el escollo del tiempo. Las ideas de los diseñadores se difunden de inmediato a través de la Red, pero los consumidores deben esperar a que se produzcan para adquirirlas. Véalo ahora, compre dentro de seis meses es una premisa que suena a arqueología. Burberry ha sido pionera en que sus colecciones estén disponibles, al tiempo que se presentan. Pero esa estrategia pone patas arriba el sistema de temporadas. En septiembre, la marca británica mostró su colección primavera/verano 2011 y se pudieron comprar prendas instantáneamente. Es decir, antes de que la colección otoño/inverno 2010 alcanzara su cénit existencial.

- Donde los sexos se cruzan. El equívoco sexual sacó la cabeza en 2010, pero será este año cuando se vea todo su juguetón cuerpo. Un chico de aspecto asombrosamente femenino, Andrej Pejic, llamó la atención en los desfiles masculinos para esta primavera/verano y protagonizará las próximas campañas de Marc Jacobs y Jean Paul Gaultier. En sentido inverso, la influencia de la ropa de hombre define las colecciones de mujer de Dries van Noten o Balenciaga.

- ¿Quién reinará en 'Vogue Paris'? Faltaban menos de 15 días para que 2010 terminara cuando Carine Roitfeld anunció que dejaba su puesto como directora de la edición francesa de Vogue. Tal vez, una de las publicaciones más influyentes del mundo. La especulación sobre las causas de su divorcio de la revista tras una década al frente de ella corrió tan rauda como las hipótesis sobre su relevo. Roitfeld asegura abandonar para dedicarse a proyectos personales -de momento, sin especificar- y estará en su puesto al menos hasta que termine enero.

- Tonos psicotrópicos. Los amantes de la sobriedad cromática van a pasar malos ratos en los próximos meses. Se avecinan mañanas de contrastes de colores histéricos. Si Miuccia Prada mantiene su capacidad de influencia global, veremos plátanos, rayas y angelitos. Revueltos y teñidos de colores ácidos. Un cauce psicotrópico al que se apuntan firmas tan poco dadas al exceso con el Pantone como Jil Sander, Gucci o Stella McCartney.

- Estreno en Hermès. La firma de marroquinería más lujosa del mundo estrena director creativo de su colección femenina. Tras Martin Margiela y Jean Paul Gaultier, será Christophe Lemaire quien ocupe la codiciada plaza. El diseñador francés, de 45 años, ha sido reclutado desde Lacoste, donde ha trabajado la última década y su estreno se verá en marzo. Tiempos de cambio para una casa que ama la placidez. Queda por ver cómo evolucionará la compra de sus acciones por parte del mayor grupo de lujo del mundo. Louis Vuitton Moët Hennesy (LVMH) se ha hecho en los últimos meses con una participación de más del 20%. Los herederos de la familia del fundador, que todavía ostentan el control, han anunciado que no tienen intención de vender la compañía y buscan protegerse del avance de Bernard Arnault.

- La herencia de Yves. Por mucho que la moda se empeñe en acelerar su paso, es una maquinaria que digiere con pesadez. Yves Saint Laurent falleció en 2008, el año pasado se organizó una gran exposición sobre su obra y en los próximos meses su herencia tomará definitivamente la calle. Casi cualquier diseñador del mundo pasó por el Petit Palais de París para ver la muestra, lo que dejó un poso más o menos obvio en los trabajos que presentaron el pasado otoño, es decir, en las colecciones para la próxima primavera. Sus decadentes siluetas de los setenta y las atrevidas combinaciones de colores están por todas partes. Hasta el punto que Karl Lagerfeld, su eterno enemigo, hubo de referirse a él tras su colección de Chanel. "No creo que las mujeres quieran vestirse como una bolsa antigua de Yves Saint Laurent", afirmó para explicar su rechazo a la omnipresente combinación de naranja y lila en favor de tonos pastel.