Aguirre asegura que serán las empresas las que devuelvan las ayudas ilegales

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre aseguró ayer que no tiene ninguna duda de que serán las empresas las que hagan frente a las devoluciones de las ayudas ilegales que recibieron en la década de los 90. Esas ayudas han motivado que la UE sancione al Reino de España por la actuación de las tres diputaciones vascas, que pese a numerosas sentencias comunitarias, no han facilitado toda la documentación requerida por La Unión que acredite las devoluciones.

Aguirre aseguró, en declaraciones a Radio Euskadi, que "el consenso general en torno al llamado caso de las vacaciones fiscales es que las ayudas son ilegales y hay que devolverlas". El consejero está reuniéndose con técnicos de las diputaciones para intentar llegar a un acuerdo económico que satisfaga a la UE. Ante la pregunta de si va a ser el contribuyente el que haga frente a las devoluciones, Aguirre lo negó tajantemente: "Son las empresas las que van a tener que hacer frente a esas cantidades. Volver a darles una ayuda pública para que a renglón seguido las devuelvan volvería a ser ilegal", dijo taxativo.

Kutxa y fusión fría

Respecto de la fusión fría que están estudiando la BBK y la Vital, el consejero de Economía cree que Kutxa acabará participando. "Probablemente tenga que mover pieza a lo largo del 2011, porque el sistema se sigue moviendo y no se puede quedar parada", dijo.

Aguirre explicó que entre BBK y Caja Vital se trata de hacer un SIP o sistema institucional de protección, en el que las entidades que se incorporan aportan una serie de activos y se "autoprotegen entre ellas de cara a ratios de solvencia y otras exigencias de los reguladores como el Banco de España o las instituciones europeas".

Según aclaró no se trata de una fusión total, sino de aportar activos a una nueva entidad que permite que las cajas de origen mantengan su personalidad jurídica, su marca y las señas de identidad básicas, como la Obra Social.

En su opinión, las cooperativas de crédito como Caja Laboral o Ipar Kutxa, deberían ir por otro camino, un esquema diferente en el que se alíen con otras entidades financieras de similares características para ganar dimensión y seguridad.