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Reportaje:

Si no lo quiere, otros sí

Tres valencianos idean un sistema de intercambio de objetos entre particulares a través de una página web en Internet

Pablo Ferri

Recuerde la última navidad, el último cumpleaños; recuerde esa corbata que nunca se pondría y que cuelga del armario con su etiqueta. O esa colonia, ese reloj, aquel forro polar de marca blanca de los últimos reyes. Pese a la intención del que regala o del propio comprador, hay veces en las que se falla, en las que el regalo se convierte en trasto y no hace más que acumular polvo y desprecio.

Así, a tres valencianos se les ocurrió hacer algo al respecto. Montaron Nowner.com, una página web donde uno ofrece lo que no quiere y puede adquirir lo que los demás ofertan.

"¿Tú sabes la cantidad de cosas que tenemos en buen estado y no usamos?". La pregunta sale del alma de Gonzalo Pons-Trenor, uno de los tres socios de Nowner. Abogado de profesión, Pons-Trenor sonríe desde un sillón de su despacho. Le acompaña otro de los fundadores, Jesús Marqués, ingeniero informático; el tercero, Ignacio Cabrera, no ha podido venir. Entre los dos primeros cuentan la historia de año y medio de su proyecto, las ventajas, su "espíritu filantrópico" y los sueños para el futuro.

En la primera semana, la web registró 570 usuarios
Un sistema de mensajería deja 50 céntimos por cada intercambio

"Esto es una evolución del trueque", apunta el abogado, "pero en este caso evitamos el problema del que ofrece algo que el otro no quiere".

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El manejo de Nowner resulta sencillo. Entras en la web, te das de alta, registras el artículo que tienes y no quieres, y esperas a que alguien se interese por él. Cuando esto ocurre, las partes se ponen de acuerdo y el interesado recibe el objeto, ya tienes créditos para pujar por otros objetos colgados en la página. Marqués apunta que según el valor de lo que se ofrece, el número de créditos que se consiguen varía.

En su primera semana en funcionamiento, la web registró 570 usuarios y 12 procesos de intercambio. "Esperamos que a lo largo de 2011 no nos cueste dinero", comenta Pons-Trenor. Hasta la fecha, los tres socios han invertido unos 12.000 euros.

Para que sea rentable, publicidad aparte, han ideado un sistema de mensajería móvil que les deja 50 céntimos de euro por cada intercambio. Pero prefieren dejar el dinero al lado; su interés, así lo mantienen, reside en la vertiente humanista del proyecto.

"No nos atrevemos a correr, pero si funciona, nos gustaría constituir una fundación que promueva esta filosofía: economía sostenible, reciclaje...", coinciden ambos. ¿Y ese nombre tan raro? "Pues es un juego con el inglés", explica Pons-Trenor, "viene de no owner o de new owner [sin dueño o nuevo dueño]".

Jesús Marqués Parada y Gonzalo Pons-Trenor, dos de los tres socios de Nowner.
Jesús Marqués Parada y Gonzalo Pons-Trenor, dos de los tres socios de Nowner.JORDI VICENT

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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