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España pierde peso entre la élite bursátil

Telefónica, primer grupo español, ocupa el puesto 50 de las empresas más valiosas en Bolsa - Apple vuelve a ser la estrella del parqué en 2010

Manuel V. Gómez

La Bolsa española ha perdido atractivo. En la última década ha sido la más rentable. Pero la crisis ha golpeado con crudeza en España. Su marca ha perdido lustre. Pinchazo inmobiliario. Cifras astronómicas de paro. Certezas sobre una lenta recuperación. La amenaza de un rescate europeo. Y dudas, muchas dudas, que han llevado a los inversores a huir de los valores españoles en 2010. Santander y Telefónica, firmas que en años anteriores pedían que se les abriera paso en la élite bursátil, han perdido el paso. Solo la operadora, y por los pelos, resiste entre los 50 mayores valores por capitalización del mundo. Queda justo en ese lugar.

Entre tanto, las compañías estadounidenses han acentuado su tradicional dominio. De la cincuentena de empresas en el podio, 25 son de EE UU. Y entre ellas destaca Apple, que brilla como la estrella del parqué. La última semana de 2010 se convirtió en la segunda mayor compañía del mundo. Y ángeles caídos por la crisis financiera como Citigroup vuelven a sus posiciones tradicionales.

El Ibex ha sido el cuarto peor índice mundial, con una caída del 17,4%
Santander ha caído del 36 al 65 lugar y el BBVA pierde casi 100 puestos
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El Ibex 35 ha sido el peor de los grandes índices europeos en 2010 y el cuarto peor de los mercados mundiales, solo por detrás de Venezuela, Grecia y Chipre, según datos de Bloomberg. Ha perdido un 17,4%, casi 2.200 puntos. Más de la mitad de esa caída se debe a los dos grandes bancos, Santander y BBVA. El primero ha pasado del puesto 36 al 65; el segundo del 79 al 170. Hay dudas sobre la cantidad -y el verdadero valor- de ladrillo que las entidades financieras españolas guardan en sus balances. Ambos bancos, como casi todo el sector, sacaron muy buena nota en las pruebas de resistencia que se publicaron. No ha sido suficiente para que los mercados discriminen, ya que el comportamiento rebaño se impone. Está en su ADN.

También Telefónica ha sufrido la huida de los inversores. En los últimos años, la batalla que mantiene por los clientes con Vodafone se había trasladado al parqué. En 2009, el grupo presidido por César Alierta había tomado ventaja. La ha perdido toda en 2010. Y además ha visto cómo ha sido superada por otros rivales, como la mexicana América Móvil, la firma de Carlos Slim.

El resto de grandes empresas entre las 500 primeras del mundo ha corrido igual suerte en Bolsa. En algún caso, como el de Endesa, el descenso es de más de 100 posiciones. Y firmas como Iberdrola Renovables y Gas Natural han desaparecido de la lista. De las siete empresas españolas que aguantan (dos menos que en 2009), solo Inditex (Zara) avanza posiciones.

Mucha mejor suerte que los valores españoles ha corrido Apple. El éxito del iPhone y las buenas expectativas del iPad han convertido de nuevo a la firma tecnológica que lidera Steve Jobs en el astro ascendente de la Bolsa. Capaz de cambiar con sus productos tecnológicos los hábitos de consumo, se ha revalorizado más del 50% en 2010. Ha cerrado así una década en la que ha sido capaz de avanzar cuatro años más de un 100%. Esta carrera le permitió convertirse el pasado martes en la segunda compañía mundial por valor bursátil. Marcaba así otro hito que superaba al de hace unos meses, cuando desbancó a Microsoft y se convirtió en la primera firma tecnológica.

Petroleras y tecnológicas

El éxito de Apple es el ejemplo de la pujanza de las firmas de informática. En 2010, el número de empresas del sector que ha entrado en esta privilegiada lista ha pasado de siete a ocho. En cambio, otro tipo de ramas más tradicionales como la automovilística o el consumo van perdiendo peso lentamente.

Sin tantos focos, donde se ha producido otro relevo es en el lugar más alto de la tabla. Exxon, la gran petrolera estadounidense, desplazó a Petrochina. Este cambio también ejemplifica el leve retroceso de las compañías chinas en 2010, más por el empuje de las estadounidenses que porque hayan perdido fuerza ellas mismas. No en vano, entre los 50 mayores valores siguen siete empresas del gigante asiático.

Las energéticas han vuelto a mostrar su fuerza, sobre todo las petroleras. Enganchadas al precio del crudo, que se ha encaramado a los 90 dólares el barril, tradicionales miembros de esta lista permanecen (Royal Dutch Shell, Total, CNOOC...) en puestos similares a los de años anteriores. Hay una excepción: BP. El vertido del golfo de México en aguas estadounidenses y el desastre ecológico han pasado factura a la compañía británica, que ha perdido 19 posiciones.

La pujanza de las materias primas mantuvo también el impulso de las empresas mineras. La australiano-británica BHP se ha abierto paso entre las cinco mayores firmas, mientras que otras como la brasileña Vale y la también australiana-británica Río Tinto avanzan posiciones.

En los últimos lugares se da un regreso curioso, el de Philip Morris. La tabaquera, que vende marcas como Marlboro, vuelve a la élite. Y lo hace a pesar de que fumar resulta cada día más difícil, como bien puede comprobarse desde ayer en España.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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