"Sé que el PP dice que no, pero no sé cuáles son sus soluciones"
Luis García Garrido (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1954) dice que en la Delegación del Gobierno "se trabaja mucho para que no pase nada". En la Junta ha sido, desde 1985 hasta 2009, director general, viceconsejero y consejero. Ahora le toca defender al Gobierno central, del que destaca su apuesta por la cohesión social. Del PP afirma: "Sé que dice que no, pero no sé cuáles son sus soluciones".
Pregunta. Desde que es delegado del Gobierno no se le ve mucho. ¿Es porque lleva poco tiempo o por la dificultad de vender las políticas del Gobierno?
Respuesta. No lo veo así. Hemos ido a cinco provincias, viendo a los subdelegados, a las instituciones. Desde que me he incorporado, no ha habido pocas presencias de ministros, la última la del ministro de Fomento en Málaga. Otra cosa es que algunas de las actuaciones hayan tenido más repercusión provincial o local. Creo que se están trasladando las actuaciones del Gobierno central.
"Algunas decisiones que tomó el PP cuando gobernó las estamos pagando"
"Hay que explicar una y otra vez las decisiones para que se entiendan"
P. ¿Cómo compatibiliza el cargo de delegado del Gobierno con el de secretario de Política Institucional del PSOE?
R. Pues echándole muchas horas y entendiendo dónde están los límites de una responsabilidad y de otra. Ha habido antecedentes de cargos del PP que han compaginado las dos tareas. Es posible hacerlo.
P. También hay roces. El PSOE andaluz ha aprobado cobrar una tasa a las entidades financieras por los depósitos bancarios y el Gobierno central, que lo nombró, lo va a recurrir al Constitucional. ¿Cuál es su opinión?
R. Se le olvida una cosa. Desde que se modificó la ley del Tribunal Constitucional hay una fase previa en la que se amplía el plazo de presentación del recurso de tres a seis meses si así lo admiten las dos partes, como ha sido el caso. Ahora se está en la fase de negociación. Hay precedentes de ese tipo de negociaciones como la ley del sector ferroviario.
P. Pero la misma tasa se recurrió en Extremadura. ¿Está diciendo que no se va a recurrir?
R. No, no. Puede concluir en un escenario de acuerdo que lleve aparejada la modificación de la norma o no, la interpretación de la norma o el mantenimiento del conflicto. No quisiera ver solo un escenario, sino los tres.
P. ¿Cuál es su opinión sobre la tasa a los bancos?
R. Es una decisión de nuestro Parlamento y, por tanto, está aprobada. También está la opinión del Estado que dice que no debe ser así. Insisto en que se está en la fase de la negociación.
P. ¿En estos meses ha visto falta de coordinación entre los Gobiernos central y andaluz o se mantiene la fluidez?
R. Siempre ha existido esa relación. No he notado ninguna diferencia a cuando estaba en la Junta. Las relaciones siguen siendo las mismas.
P. ¿El distanciamiento entre Chaves y Griñán ha repercutido en una menor coordinación?
R. No, no, no. Las relaciones entre el vicepresidente tercero y el presidente de la Junta son absolutamente cordiales y confluyen de una manera sistemática en la resolución de asuntos. En el aspecto institucional ha sido así. Otros empeños en trasladar esas relaciones en más allá de lo institucional, yo no entro. Las institucionales que yo he visto siguen siendo formales y solventes, se objetivan los problemas y se resuelven. No he visto ningún tipo de discrepancia, de alejamiento, sino todo lo contrario.
P. ¿Hay una previsión de cuándo puede fallar el Tribunal Constitucional sobre la competencia del Guadalquivir?
R. No hay un calendario. El Tribunal Constitucional tiene unos plazos de resolución que no están tasados. Nosotros seguimos pensando, porque así lo decidieron los dos Gobiernos, que está resuelto, que no hay conflicto. Si hubiera habido alguna duda constitucional no se hubiera hecho la transferencia.
P. Si hay huelga general, ¿se va a mostrar tan cauto el PSOE como en la del 29-S?
R. No creo que fuera una postura cauta, sino un posicionamiento razonable desde el punto de vista del PSOE. ¿Va a haber una nueva convocatoria de huelga? Se están manteniendo conversaciones. No me atrevería a decir que los sindicatos van a ir a la huelga porque serían ociosas todas las reuniones que se están manteniendo. Las negociaciones se empiezan con la voluntad de acercar posiciones.
P. ¿Cómo analiza las encuestas? ¿El desplome del PSOE es sólo la crisis o también los 30 años de mandatos socialistas, la sucesión de Chaves, el agotamiento del proyecto?
Soy de la opinión que se debe a la crisis y a las soluciones que se están planteando. Queda un 30% de legislatura. Me niego a creer que las encuestas son unas elecciones cada vez que un centro de investigación las publica. Las encuestas están planteando una cuestión que creo necesario destacar. Una parte de los ciudadanos se definen preferentemente de centro izquierda y cuando colocan a los partidos del 0 [extrema izquierda] al 10 [extrema derecha], al PP lo puntúan con 7,8. Mayoritariamente es la crisis. Creo que los ciudadanos también valorarán el mantenimiento de las líneas sociales, de la educación, de la dependencia.
P. Parece que lo confían todo a la ideología, que creen imposible que una persona de izquierdas vote a la derecha. Zapatero dice que sería un milagro, pero los sociólogos advierten que no es una tendencia coyuntural.
R. En política, los ciudadanos deciden con todas las consecuencias. Hay una franja de votantes de tradición socialista que tiene un nivel de movilización menor que otras opciones políticas. Hay que trasladarles a los ciudadanos una y otra vez las decisiones del Gobierno y explicar por qué se toman, no para que las asuman, sino para que las comprendan. Y los ciudadanos, al final, tendrán que decidir no solo con las realidades y las actuaciones de uno, sino con los silencios de otros, y con los valores. Nosotros estamos priorizando el gasto. La Administración está gastando una ingente cantidad de recursos para el mantenimiento de la cohesión social y eso es una opción. Esa es una cuestión que hay que ponderarla.
P. ¿Con un Gobierno de derechas esto sería todavía peor?
R. Sería un futurible, pero hay que ver qué pasa donde gobierna. En España se ha decidido rebajar el sueldo a los funcionarios un 5% y en Reino Unido se ha decidido echar a los funcionarios. Hay una terapia distinta. Algunas decisiones que tomó el PP cuando gobernó de 1996 a 2004 las estamos pagando todavía. Rajoy ha planteado que su referencia ideológica es la británica. Algunas de las decisiones que se están tomando tienen una estrategia de solución que viene de la UE, del Ecofin, de quien tiene la competencia. ¿Qué ha dicho el PP? Vamos a terminar el año y no sé qué es lo que dice, cuáles son sus soluciones. Sé que dice que no, pero no sé cuál es su posición, cómo garantiza los ingresos y cuál es la prioridad del gasto. ¿Qué efecto tiene cuando el PP dice, tras salir las pruebas de solvencia de las entidades financieras, que no sabe si el Gobierno está diciendo la verdad? Es una irresponsabilidad. Si cogemos todo ese abanico de actitudes, de posiciones, de silencios o de ponerse de costado creo que los ciudadanos que más sufren no saldrían bien parados.
P. ¿A un desempleado cómo le explica usted que tiene garantizada la sanidad o la educación, que lo da por descontado, cuando lo que le falta es trabajo?
R. Hombre, diciéndole que eso no se va a tocar. Que ir al centro escolar, tener una beca, acudir a un hospital o ir a un curso de formación son parte de su cotidianeidad, pero esos servicios se tienen porque se está destinando unos recursos, que son la prioridad de gasto de la Administración. Estamos apostando por eso y lo tenemos que contar.
P. ¿Usted cree que en las elecciones municipales el PP puede superar al PSOE en el cómputo total de votos en Andalucía?
R. No creo que eso sea así. El peso de las opciones políticas es muy importante en las elecciones, pero además tenemos muy buenos candidatos. Estamos en unas condiciones buenas para que ese escenario que apunta no salga. Eso será muy difícil que suceda en Andalucía.
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