Kate y Guillermo no quieren sirvientes en casa
La pareja asegura que realizarán ellos las tareas del hogar
Que los empleados del hogar arruinarían la independencia y la intimidad dentro de la casa que compartirá con su esposa es una idea que ni su padre ha sido capaz de sacar de la cabeza a Guillermo de Inglaterra. A cuatro meses de su boda, el heredero ya ha avisado a Carlos de que Kate Middleton y él no necesitarán los más de 150 sirvientes que se preocupan de suplir todas sus necesidades en el palacio de Buckingham. Ambos, al parecer, están acostumbrados a valerse por sí mismos en las tareas domésticas.
Así lo han demostrado en los numerosos fines de semana que ya han pasado juntos en una cabaña aislada de toda civilización que Guillermo ha alquilado en Angelsey, al norte de la costa galesa. A pesar de que en sus inmediaciones cuentan con vigilantes de seguridad las 24 horas del día, la futura pareja real no quiere intrusos dentro de su casa.
Una alta fuente del palacio de Buckingham confirma que las preferencias del mayor de los hijos de Lady Di distan mucho de las extravagancias de las que se ha acusado a su padre (de quien se ha publicado que cuenta con cuatro sirvientes que lo visten diariamente, mientras uno está especializado en ponerle la pasta de dientes todas las mañanas a su cepillo).
"Al príncipe Guillermo no le gusta ese tipo de cosas y, como cualquier otro oficial de las Fuerzas Armadas, ha elegido vivir su vida de forma normal. Él y Catherine se las arreglan perfectamente sin personal de servicio y no se imaginan de otra manera", explica el portavoz al periódico The Daily Telegraph.
Pero la intimidad dentro del hogar no es el único tema que obsesiona a Guillermo. Los periódicos británicos aseguran que el máximo objetivo del próximo rey de Inglaterra es el de alejar a su prometida del acoso de los medios de comunicación, el mismo que provocó la muerte de su madre en 1997.
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