La noche de Fito
Ya es una tradición: Fito cierra su gira anual en Madrid, en plenas Navidades, a lo grande, llenando el Palacio de Deportes. Este año solo lo hará una noche, la del día 30, porque le da la gana. En 2009, recién editado su último disco, Antes de que cuente diez, fueron tres. No hay duda de que arrasará como lo ha hecho en Baracaldo, en Vizcaya -en casa-, hace unos días.
Fito & Fitipaldis no deja una entrada sin vender. En la capital reventó este mismo lugar por primera vez en diciembre de 2006. Ese año publicó su álbum Por la boca vive el pez, que logró vender 100.000 copias en sus primeras dos semanas en el mercado. Desde entonces no han fallado una sola Navidad. Es el camino ascendente de Fito Cabrales. Aquel tipo pequeñín de voz timbrada y cigarrillo eterno que estaba en Platero y Tú y después en Extremoduro. El tercero en discordia, el que parecía condenado a ser siempre el tipo a la sombra de dos aparentes colosos: Robe Iniesta e Iñaki Uoho. Pero a ellos dos les perdimos de vista hace tiempo y, sin embargo, Fito se ha convertido en una estrella, de hecho, en la gran estrella del rock español.
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