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Reportaje:

Fusilado por rojo perverso

El historiador Glicerio Sánchez rescata el sumario y el archivo de la familia Villalta, de Monòver, perseguida por el franquismo

"Con estas pruebas el tribunal solo puede acusarme de socialista y de haber sido diputado", escribió Miguel Villalta desde la cárcel a su hermano. Pero no fue así, el régimen franquista achacó a este juez y político de Monòver todos los asesinatos cometidos en su pueblo, unas 20 personas, así como el resto de muertes de Alicante y Madrid, de donde fue gobernador civil.

La vida de Miguel Villalta y de su familia ha sido reconstruida por el historiador de la Universidad de Alicante Glicerio Sánchez, que acaba de publicar el libro La república decapitada. El caso de la familia Villalta Gisbert (Alicante 1939-1942), que se presentará el 12 de enero en el Fórum 80 Mundos de Alicante. El trabajo "refleja la aniquilación de las instituciones republicanas y la ejecución y represión de las personas que las representaron y defendieron", explica. En Monòver tradicionalmente se atribuía el fusilamiento de Villalta a cuestiones "económicas y políticas", pero una especie de silencio tácito planeaba sobre su figura. Villalta aprobó en 1929 las oposiciones de juez, escribió libros siguiendo "el estilo de Azorín", según el propio Gabriel Miró, militó en el PSOE como abogado y en 1936 fue elegido diputado. Cuando finalizó la guerra logró colocar en el buque Stranbook a su mujer, sus hijos y hermano, que se exiliaron en Argelia. Él se quedó esperando El marítimo, pero en ese barco solo subió el entonces gobernador civil de Alicante, Manuel Rodríguez, y sus colaboradores se quedaron en tierra. Villalta escapó y llegó a Monòver. Allí su tía carnal, María Gisbert, "soltera y muy de derechas", según el historiador, le dio cobijo durante casi dos años y medio, hasta que el 25 de octubre de 1941 una sirvienta descubrió al político y lo debió chivar a las autoridades. Miguel Villalta fue detenido, pasó 14 meses en la cárcel y fue fusilado. "He consultado el sumario completo, el archivo personal que ha custodiado Elisa Villalta, sobrina carnal, y la prensa de la época", asegura Sánchez, que destaca las cualidades profesionales del reo para defenderse del franquismo e ir desmontando las acusaciones. "Es el prototipo del perseguido por el franquismo, alguien que había que aniquilar, era un rojo perverso, con más males de los que hizo", concluye el historiador.

El Gobierno repara la memoria de esta familia socialista
La prensa le tildó de ser un "propagandista de rojos"

El diario Información se hizo eco de la detención de un "destacado propagandista de rojos" y cuestionaba su carrera política, en "la que encontró ancho campo para codicias e inmoralidades". Ahora, el Gobierno en octubre de 2009 comunicó a los familiares la "reparación y reconocimiento" personal a la figura de Miguel Villalta, víctima de unas sentencias "injustas e ilegítimas". Ahora con este libro su memoria y su testimonio no caen en el olvido.

La familia Villalta Gisbert.
La familia Villalta Gisbert.
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